A vosotros no les aconsejo el trabajo sino la lucha.
A vosotros no les aconsejo la paz, sino la victoria. ¡Vuestro trabajo debe ser
lucha y vuestra paz, victoria! Solamente armado con arco y flecha es como puede
callar y estar quieto; de lo contrario se parlotea y se protesta. ¡Vuestra paz
debe ser victoria! ¿Qué la buena causa santifica hasta la guerra? Yo les digo
que la guerra santifica todas las causas. La guerra y la valentía han hecho
cosas más grandes que el amor al prójimo. No vuestra compasión, sino vuestra
valentía han salvado ahora hasta ahora los accidentados. Preguntáis “¿Qué es
bueno?”. Ser valientes es ser buenos. Dejad que las niñas digan: “Es bueno lo
que es bonito y enternece”. (NIETZSCHE)

viernes, 23 de diciembre de 2011

La deshumanización del arte como hipermodernidad


Crítica al libro "Deshumanización del arte" de José Ortega y Gasset

Lo que yo creo es que Ortega y Gasset está haciendo una mala interpretación del arte nuevo, considerando que es una manifestación antimoderna, opuesta a toda la tradición anterior, y por lo tanto un arte viril y propio de una posmodernidad.
Lo que ponemos a discusión es lo siguiente: el arte nuevo es producto del desarrollo hipermoderno. Que pone en juego las posibilidades últimas y esenciales de toda la cultura anterior, y es el último bastión de la sensibilidad femenina y arcaica.
Lo que vislumbramos en el libro “La Deshumanización del Arte” es un intento por hacer del tema estético lo mismo que se hizo con la filosofía. Las nuevas posturas filosóficas que aparecieron en el siglo XX fueron interpretadas como oposiciones a la modernidad. O en esencia, al platonismo. Esto es plausible porque idealmente puedes considerar un modo distinto de pensar, pero en el plano sensible, de la praxis, de la voluntad no puedes ser antimoderno en tanto no ejecutes en todas sus líneas un modo de vida verdaderamente distinto de la modernidad. Por el hecho que en el siglo XX apareció nuevos aparatos de la tecnología, más sofisticados, que modelan la vida de una manera más “intelectual” no quiere decir que este nuevo modo de hacer tecnología sea opuesta a los presupuestos de la ontología moderna y de la metafísica platónica. Es más, la tecnología de ahora, es el ultra producto de la tecnología ideada en el siglo XVI. Lo mismo pienso del arte nuevo, es el ultra producto de la sensibilidad estética del siglo XVI. Esta sensibilidad tiende a deshumanizar el arte, porque precisamente forma parte de la metafísica moderna que tiene como supuesto que la esencia del hombre es el alma, de ahí que todo lo intelectual sea visto con buenos ojos, olvidándose del cuerpo. Lo que intenta hacer Ortega es algo contraproducente, pues con su análisis demuestra más bien lo cercano que está la sensibilidad del arte nuevo con los presupuestos de la modernidad.
La esencia de la metafísica moderna es deshumanizar al hombre. Hablando el lenguaje de Marx, “enajenar al hombre”. Por ello decimos que lo que intentó Ortega y Gasset es contraproducente porque gracias a su libro podemos ver claramente qué tan moderno es el arte antimoderno.
Esto lo vemos por el hecho de que este arte es “intelectual”. Lo intelectual, por más que lo ocultemos, son remembranzas de un modo de pensar caduco. La idea de que el intelecto es la solución a nuestra manera de vivir, por ello hay que desarrollar esa facultad olvidándonos de la parte corporal, hay que ser calculadores, matemáticos, tecnológicos, alejados de todo manifestación instintiva. Esta idea es moderna.
La idea de salirnos de la realidad, escapar de ella. En esto nos puede ayudar Freud, cuando dice que este salirse del mundo muestra la sublimación de los instintos reprimidos. El no poder hacer, lleva definitivamente a la represión, y esta nos conduce a darle la espalda a la realidad, escapar de ella. Pero, bueno, esto solo es una argucia mía por desacreditar de un modo el arte nuevo, pero no quiere decir que sea incierto. Más bien, supongamos, que el salir del mundo no sea por escapar de mi malestar represivo, sino por otros motivos, tal vez loables. En este sentido, diríamos que el mundo ya nos aburrió, que ya se ha hecho de todo y probado de todo, este sentirse hastiado, es una característica del sentir del hombre moderno, y el arte tendría que venir aquí a funcionar como un sistema de anulación del aburrimiento. Si es así, el juego como lo quiere Ortega del arte sería el mismo juego o proliferación de juegos de mesa o videojuegos que se han creado en estos tiempos como mecanismos de abolición del aburrimiento. Según ello, este arte no se comportaría de otro modo que como un videojuego infantil en que lo que importa no es alegrarte o hacerte reír, sino sacarte del mundo aburrido del mundo moderno. El video juego no es más que el producto ultramoderno, así también el arte nuevo.Si esto es así, no sería el sentir verdaderamente viril el que se pone en juego en estos nuevos juegos artísticos, sino un sentir refinadamente femenino, ya casi asexual, sin cuerpo, que nos empuja a escapar de la guerra antes que enfrentarla. El hombre desea la guerra, la acción, el enfrentarse a la vida, a los problemas, un Agamenón, un Pachacutec, no un Debussy o Pirandello escondido en su mundo.

viernes, 18 de noviembre de 2011

LA DOBLE SIGNIFICACIÓN DEL TÉRMINO "POLÍTICA"





La palabra “político” o “política” son sonidos griegos. Esas palabras, casi como nos suenan ahora, se decían hace más de 2500 años en Grecia. Nosotros las seguimos utilizando; es por ello que, como toda palabra, ha ido variando su significado.


En estos tiempos, esta palabra está desprestigiada y ya no suena bonito a los oídos de quienes las escuchan como sí lo era antes, entre griegos y romanos. Una de las diferencias que hay entre lo que vivimos ahora y lo de antes era que antes los pueblos no tenían muchas personas, había más oportunidades. En nuestros tiempos, en cambio, la población mundial es exagerada.


Político viene de “polis”, que en griego significa “ciudad”, “estado”, “conjunto de comunidades”. La Política era una ciencia o técnica humana, no matemática, que estudiaba los problemas de la ciudad y los resolvía. Así como la ética era un pensamiento sobre nuestra vida individual, así la política era un pensamiento sobre nuestra vida social. ¿Cómo mejorar la sociedad?, ¿cómo resolver los problemas de mi comunidad?


Si nosotros entendiéramos que esto significa ser político, entonces no andaríamos renegando de los políticos de ahora. Pero el cambio de significado se debe precisamente al factor “multitud”. En el “ágora” griega o reunión de vecinos, las personas que tenían tiempo se acercaban a la plaza y daban su opinión o discutían los problemas de la ciudad, de tal modo que por votación a mano alzada se tomaba una decisión en nombre de la ciudad. Pero, poco a poco, el mundo, especialmente las urbes, se fueron poblando más. Ya no era posible una reunión entre vecinos, por el cual cada uno tenía derecho a hablar y a votar por cierta determinación. Era necesario un intermediario, un representante. La democracia representativa aparece cuando se hace imposible que todos puedan opinar.


Fue así que por comunidades pequeñas eligieran a un representante para que éste hablara por ellos. El “político representante“ supuestamente debe trasmitir las decisiones que se tomen en los foros de su comunidad a instancias mayores. Y este político era llevado en hombros, era buscado por el pueblo para que los represente.


Los tiempos han cambiado. El político representante ahora busca ser elegido primero, para después dar sus ideas. Para que pueda resolver los problemas de la ciudad, debe antes ser elegido para esa función. Por lo cual, el término “política” se amplió. Además de ser “un pensamiento para resolver problemas sociales”, es “una estrategia para buscar ser elegido representante”.


En los tiempos actuales, la segunda significación ha cobrado mayor fuerza y prácticamente nos hemos olvidado de su significación primigenia. Ahora “político” significa solo una “persona que quiere ser elegido representante”.


Pero si queremos recoger ambas significaciones, el político debería ser una persona que tenga una buena estrategia para que lo elijan representante y a la vez tener la capacidad de resolver los problemas de la comunidad. Y ésta no es una tarea deleznable, más bien virtuosa.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Programa del XIII Congreso Nacional de Filosofía (Iquitos, 4-7 de octubre, 2011)







PONENTES DE PLENARIAS
(08:00 – 12:00)
MARTES 4
Heinrich Helberg Chávez (UNAP): La praxis lúcida: Filosofía para el Siglo XXI.
Teresa Arrieta (UNSA): Educación y democracia en un mundo multicultural.
José Carlos Ballón (UNMSM): La heterogeneidad en el pensamiento filosófico peruano.
J. M. Bermudo (U. de Barcelona): Ilusiones de la emancipación.
MIÉRCOLES 5
Richard Suárez Sánchez (UNSAAC): Libertad, política y republicanismo novohispano en la “Nueva crónica y buen gobierno”, de Huamán Poma de Ayala.
Luis Piscoya Hermoza (UNMSM): Interculturalidad, identidad y proyecto nacional.
Víctor Samuel Rivera (U Federico Villarreal): Bagua, 2009. Evento, metapolítica y violencia fundante.
Arístides Obando Cabezas (U del Cauca): La etnia como criterio de diferenciación.
JUEVES 6
Deodato Ferreira da Costa (U de Manaos): Alteridad y amazonia: Ensayo de una reflexión filosófica inactual.
Rosmery Rizo-Patrón de Lerner (U Católica): Multiculturalismo y multinaturalismo: Entre la diferencia y la otredad. Una perspectiva fenomenológica.
Miguel Ángel Polo Santillán (UNMSM): Ética y política: Hermenéutica de la articulación.
Raúl Fornet-Betancourt:
VIERNES 7
Jorge Secada (U de Virginia): Razón y meditación en las Meditaciones metafísicas de Descartes.
Jaime Villanueva Barreto (UNMSM): Las múltiples voces de la razón: mundo de la vida e interculturalidad.
Ciro Alegría Varona (U Católica): Reciprocidad y justicia social. Un planteamiento en discusión con Nancy Fraser.

PONENTES DE TALLERES
(16:00 – 19:00)

TALLER 1: Filosofía, interculturalidad y diversidad
Martes 4 de octubre:
Edgar Panduro Noronha (UNAP): Misión planeta Tierra. El gran laberinto. Ensayo lógico matemático de la teología.
Oscar Barreda Tamayo (UNAS): Interculturalidad y ciudadanía.
Fabio Anselmo Sánchez Flores (UNMSM): La crisis ambiental y el atentado contra la biodiversidad en nuestro tiempo: Una luz en el sendero.
Zenón Depaz Toledo (UNMSM): ¿No consiste lo sagrado en que hayan dioses y no un Dios? Entre la diversidad y el nihilismo.
Miércoles 5 de octubre:
Ricardo Levit Rivas Pizarro (UNMSM): Lecturas hacia una ética en un marco pluricultural.
Víctor Baltodano Azabache (UNT): De la necesidad de desarrollar la formas y niveles de conocimiento autónomo de los pueblos amazónicos.
Ricardo Jiménez Palacios (UNMSM): Diversidad cultural y ciudadanía: reflexiones más allá de la tolerancia.
Viernes 7 de octubre:
Fidel Gutiérrez Vivanco (CCEFIPS): La interculturalidad y los filósofos.
Jorge Quispe Cárdenas (UNMSM): Acerca de los límites entre lo absoluto y lo relativo como base de la interculturalidad.
José Domingo Begazo (UNMSM): Agua virtual. “Gota a gota el agua se agota”
TALLER 2: Historia de la filosofía
Martes 4 de octubre:
Héctor Morán Seminario (URP): Reflexión crítica sobre la exclusión y el claroscuro poder de la sabiduría, con base en El orden del discurso, de Michel Foucault.
Miguel Ángel Nación Pantigoso (UNMSM): Aprehendiendo a Hegel: Tres lecturas sobre el despliegue racional de lo negativo y la posibilidad de pensar dialécticamente el futuro.
Mitsy Barriga (UNMSM): Hegel a través de la filosofía feminista.
Miércoles 5 de octubre:
Carmen Zavala (U Villarreal): La importancia de los personajes y el contexto para la interpretación del Parménides.
Fernando Muñoz Cabrejos (UNMSM): El oráculo de Delfos y su relación con la filosofía.
Úrsula Carrión Caravedo (PUCP): El demiurgo en el Timeo de Platón.
Viernes 7 de octubre:
Humberto Martín Quispe Hernandez (UNMSM): Dos estrategias modernas frente al escepticismo del mundo exterior: Descartes y Berkeley.
José Antonio Tejada Sandoval (UNMSM): Claude Levi-Satrauss y la dimensión cualitativa de la ciencia. Consideraciones en torno a un pasaje de “Mito y significado”.
Víctor Hugo Martel Paredes (UNMSM): Consecuencias del desguarnecimiento del individuo moderno en la moral kantiana.
TALLER 3: Filosofía de la acción (política, ética)
Martes 4 de octubre:
Cristian Caballero Ramirez (UNMSM): Entropía y ética: La relación entre el hombre y la naturaleza.
Gustavo Flores Quelopana: Desafíos humanistas en la sociedad anética y postmetafísica.
Luis Andrés Calcina Romero (IIAP): En la curva del diablo. Vigencia de la razón colonial y violencia discursiva en el conflicto de Bagua.
Manuel Abraham Paz y Miño Conde: Aproximaciones éticas a la relación Estado – Iglesia en el Perú. ¿Existe discriminación religiosa por parte del Estado peruano?
Miércoles 5 de octubre:
Aníbal Campos Rodrigo (UNMSM): ARI. La izquierda peruana en el interregno de la política (1979-80).
Pedro Jesús Casillas Llerena (UNSAAC): Sobre la falsedad de la crisis de los valores.
Manuel Abraham Paz y Miño: Ética en las relaciones de pareja. Cómo disfrutar mejor el sexo, el amor y el matrimonio.
Javier Aldama Pinedo (UNMSM): El imperativo vital.
Viernes 7 de octubre:
Julio Rivera Dávalos: Hermenéutica del cambio del himno nacional.
Francisco Reluz Barturén (UNIFE): Mentalidad extendida del peruano contemporáneo.
Carlos Abel Mora Zavala (UNMSM): Vindicación de la democracia directa: Cornelius Castoriadis y la filosofía política.
TALLER 4: Filosofía latinoamericana
Martes 4 de octubre:
Odilón Guillén Fuentes: Estatus ontológico de la filosofía peruana.
Briam Calderón Bellido (UNMSM): Apuntes críticos sobre la tesis salazariana de la autenticidad de la filosofía.
Arivaldo José Sezyshta (U federal da Paraíba): A importancia das emocoes para a filosofía da libertacao latinoamericana.
Víctor Mazzi Huaycucho (UNE): Yacha; reflexión inca sobre el saber.
Miércoles 5 de octubre:
Saúl Rengifo Vela (UNMSM): El hombre socialista peruano de Augusto Salazar Bondy.
Zenón Depaz Toledo: Signos y obras como ensayos. La hermenéutica filosófica de José Carlos Mariátegui.
Marín Benites Ciro (U. Andina del Cusco): 500 años de discriminación al pensamiento tawantinsuyano.
Julio Chávez Rivera: Las teorías estéticas en la comprensión del mundo andino.
Viernes 7 de octubre:
Rubén Alfredo Quiroz (UNMSM): La conciencia americana en Juan Espinoza Medrano. Comentarios a la introducción “Cándido lectori”, de Philosophia tomística (1688).
Alan Pisconte Quispe (UNMSM): Heroicidad, mito y marxismo en J.C: Mariátegui.
Verónica Sánchez Montenegro: filosofía, ciencia, medicina y ontología de la naturaleza en el Perú del Siglo XVIII. Cosme Bueno y su disertación sobre las mujeres preñadas.
Cinthya Gonzales Jibaja: El lugar de Mariano Iberico en la filosofía peruana.
TALLER 5: Epistemología
Martes 4 de octubre:
Ana María Valencia Hinojosa (UNSA): Ecoestética: Cambio de perspectivas. Más allá de los claustros universitarios.
Víctor Carlos Lázaro Arroyo (UNT): Epistemología de la investigación pedagógica.
David Villena Saldaña (UNMSM): Verdad; entre la correspondencia y el deflacionismo.
Miércoles 5 de octubre:
Julio Chávez Rivera: De la lógica de Port Royal a la lógica paraconsistente.
Lucas Lavado (UIGV): La epistemología de Mario Bunge: El vuelo del tábano.
Marino Llanos Villajuán (UNMSM): La ciencia, la filosofía y otras formas de saber.
Víctor Mazzi Huaycucho (UNE): En torno a la inconmensurabilidad en la epistemología contemporánea.
Viernes 7 de octubre:
Alejandro Chávez Noriega (UNMSM): El lenguaje científico y la interculturalidad.
Leopoldo Arteaga Ramírez (URP): De las certezas a la incertidumbre en las ciencias.
Julián Flores Llaiqui (UNSA): Epistemología de la economía.
Taller 6: Temas clásicos de la filosofía
Martes 4 de octubre:
Julio Chávez Rivera: Filosofía de la educación moderna y postmoderna.
Oswaldo Orna Sánchez (URP): Ética del docente universitario.
Ervando Guevara: Objeto de estudio, cuerpo teórico y métodos de investigación de la pedagogía como ciencia.
Miércoles 5 de octubre:
Dante Dávila Morey (UNMSM): La verdad como imperativo.
Manuel Abraham Paz y Miño Conde: Argumentos a favor y en contra de la existencia de Dios.
Carlos Abel Mora Zavala (UNMSM): La refundación de la filosofía: Juan Abugattás y la apuesta por un pensar radical.
Viernes 7 de octubre:
Omar Basilio Zavala (UNMSM): El gozo del no vivir.
Jaime Pereyra (UNMSM): Zubiri y el filosofar en español.
Fidel Gutiérrez Vivanco (cefips@yahoo.com): El método PRINCONSER.

ACTIVIDADES ACADÉMICAS CONEXAS
(12: 30 – 13:00)
Martes 4:
Presentación del libro La complicada historia del pensamiento filosófico peruano. Siglos XVII y XVIII (Selección de textos, notas y estudios)
José Carlos Ballón Vargas
Víctor Samuel Rivera
Ana María Valencia
Miércoles 5:
Presentación de la Sociedad Peruana de Ética y Filosofía Política
Miguel Ángel Polo Santillán
Jueves 6:
Presentación de la Revista de filosofía Solar
Rubén Alfredo Quiroz
David Villena Saldaña
José Carlos Ballón
Viernes 7:
Presentación del Portal Web: Recursos para la enseñanza de la filosofía en el Perú.
Ciro Alegría
María de la Luz Núñe

jueves, 23 de junio de 2011

ENTREVISTA A JORGE EDUARDO RIVERA CRUCHAGA

                                                            VER ENTREVISTA AQUÍ


Rivera es el autor de la mejor traducción que se ha hecho de “Ser y Tiempo” al español.

Y conversó personalmente con Heidegger nada más y nada menos que sobre Dios.
En esta conversación, Rivera explica “Dasein”(concepto central en el filósofo alemán) haciéndolo sentir físicamente.
De hecho, plantea que la filosofía se entiende con los sentidos.
Además, Rivera intenta resolver la difícil relación filosofía – fe religiosa.
Una entrevista imperdible, una fiesta del pensar.

Año: 2003



viernes, 27 de mayo de 2011

DIVAGO Y ENCUENTRO



(A falta de ganas por escribir, he tenido que rebuscar escritos anteriores)

1

Lo importante es hablar con sinceridad, sinceridad que me debe llevar a decir los motivos más profundos conscientes por las cuales hago o digo alguna cosa. Mi falta de sinceridad se podría apreciar en el hecho de decir algo sabiendo que detrás de tal decir hay otro decir oculto para los demás, menos para mí.

A quién le importa si lo que digo es algo sincero o no, muchos dejarán pasar esta introducción por considerarla de poco contenido, puede que tengan razón, tal vez me equivoque al pensar que esto que digo tiene importancia, pero la verdad es que el tema que me propongo desarrollar tiene que ver con cuestiones que incumben al ser humano en su esencia, y con esto quiero decir que tales problemas que cojo van junto al accionar de todo ser, abarca los diversos aspectos que uno puede percibir en cada segundo que pasa. Por ello tengo que desembrollar primero cada paso que doy si quiero hacer algo coherente, si mi tratado pretende dar mucha luz sobre las cuestiones más importantes del hombre, debe también poder explicar las motivaciones de este escrito. Aquí debo ser sincero: no sé qué me motiva… Por otro lado, quiero hacerme pasar por el misterioso, el peculiar. Hasta para escribir uno quiere ser diferente. ¡Tonterías! No han leído nada importante.



2

De verdad tengo ideas que me parecen muy importantes, sistemas que han podido darme algunas explicaciones a ciertos entramados, a ciertos enredos en la vida misma. El problema radica en que se me hace la cosa muy difícil para entregarla, cosa que no sucedía antes, ahora tengo más miedo en proferirlos, miedo a las réplicas, a que me tilden de ingenuo… en verdad no quiero que nadie me vea debajo de él.

Para dar un ejemplo así de simple, en lo poco que he escrito tengo una especie neurosis de persecución al pensar que haya cometido un error lingüístico, me acecha la idea de que esté utilizando mal la gramática, los mismos términos. Por otro lado veo la cara de mi profesor de Lógica que me está diciendo “habla con claridad”, “¿por qué complicar las cosas?”, es cierto eso que me dice, pero yo en ningún momento pienso hacerme pasar por “el oscuro”, sinceramente pretendo ser claro, sin embargo no sé cuando lo esté haciendo. Hay tantos tipos de humanos, ¡qué ideas tendrán en la cabeza!, yo no sé si estarán entendiendo lo que quiero decir. Ya mi preocupación no es la de resolver problemas, pienso que soy un maestro en explicar tantas interrogaciones, lo que sí me importa ahora es cómo traslado esas soluciones. Ya me he alejado del mundo, he dejado en interesarme en los problemas reales y he pasado a preguntarme por problemas de carácter técnico. Podría decirse que he pasado de la etapa metafísica a una etapa lógica, estoy tomando más importancia al “qué dirán” que a los problemas mismos. Esto me da vergüenza, hay momentos en que quisiera decir cómo resuelvo tal o cual problema sin tomar interés por la acogida que tengan, pero ya me imagino las caras escépticas, tal vez de burlas, ¿qué quieres decir con este término?, ¿no estás utilizando mal el lenguaje?, has confundido una cosa con otra, ¡qué cosas no me dirán! No quiero hablar de mí, quiero presentar mis teorías…



3

Recuerdo un texto de Wittgenstein, empieza un problema poniendo como ejemplo cierta proposición.




4


Vico inmediatamente explica cómo se desarrollan los pueblos: no ha existido ni un pueblo que haya empezado siendo ateo, dice.

Es esto lo que quiero que se entienda.




5

No pocas veces me ha sucedido que cuando tal profesor o amigo me preguntaba sobre cierto tema, yo siempre me encontraba en aprietos, temía que se burlaran de lo que digo, temía que dijeron que lo que digo es algo estúpido, pero al decirlo, se quedaban admirados porque era algo novedoso. Lo mismo sucedía cuando mi papá iba a verme jugar fulbito, temía también que cuando me vea jugar diga que no lo hago bien, así que para que no diga eso, entonces no jugaba como debía para que no diga que jugaba mal, podría decir que no he jugado, pero no mal. Esto lo que cuento pertenece a mi prehistoria, ahora las cosas han cambiado un poco, ahora todo lo que digo y hago pienso que está bien, y si alguien dice o hace algo que sea diferente a mí, entonces está mal, está en el error. Yo he afirmado por mi propia acción que lo que hago está bien. Esto aprendí de Nietzsche, nunca uno debe actuar, hablo de los grandes de espíritu, ¡está bien, profesor de lógica, puede que sea esto una metáfora!, ¡estos lógicos parecen los psicólogos de los pensadores!, decía que así como eres así actúas. Así como eres, así piensas. Al escribir estas cosas creo que no son importantes, pero pensándolo bien, vienen de mí, y si soy grande, deben ser grandes pensamientos. Y si alguien me dice que estoy mal, entonces el malo es él.



6

Quise ser frío al hablar, quise hacer un ensayo, algo más serio, más frío, pero lo único que sale son cuestiones personales. Creo que ahora sí estoy preparado para hablar de cuestiones trascendentales.



7

Todo lo que digo pertenece a diferentes pensadores, tantos he combinado que ya ni sé qué le pertenece a tal ni qué le pertenece a cual.



8

El endiosamiento. El hombre nunca ha dejado de endiosar. Endiosa piedras, árboles, montes, tubérculos, rayos, qué se yo. Yo varias veces he endiosado a mujeres. Explícitamente las he adorado, pero por lo bajo, sin darme cuenta, me las quería comer. En otros tiempos adoraban al toro, pero por lo bajo querían matarlo. No quiero ser tan sistemático, quiero lanzar ideas, hacer que se imaginen soluciones paralelas y con ellas tal vez vean otras formas de replantear cierto problema. El por lo bajo es lo que dice Freud al mentar lo inconsciente. El inconsciente contiene los impulsos vitales, los deseos más naturales. Pienso que son deseos naturales el comer, la tranquilidad, el impulso sexual o de poder. No entremos mucho en esto, tal vez cuando tenga ganas de hacer algo científico lo haga, pero ahora quiero conversar. Imagino que he endiosado a una mujer. Las características son las siguientes: adoración, alabarle, pensarle, comprarle, dedicarle; fijación, ella lleva el sentido a la vida, pone en pie una vida; ruego, “orarle”. Yo me imagino que cuando se creó el dios lluvia, también esas personas debieron adorarle, ponerlo como su sentido a la vida, le habrán cantado. Lo mismo cuando los cristianos le rezan a Dios. Llamo experiencia trascendental aquella vivencia con lo divino. Y supongo que todo sentido a la vida lo pone aquella vivencia trascendental. ¿Qué es lo que significa “sentido a la vida”? no te puedo responder ahora sino con un ejemplo, que te acuerdes cuando te has enamorado.

Tenemos hambre, los sembríos están secos, hay sequía. ¡Oh, Lluvia!

Quiero que esa mujer me quiera, quiero tenerla para mí, hacerla mi súbdita; no me hace caso. ¡Oh, María!



9

He leído en libros de biología que nosotros fabricamos hormonas. Cuando uno está en preparativos para una inminente pelea, uno está lanzando insultos, acomodándose como boxeador, meneando el cuerpo para despistar al atacante, en ese momento se forman hormonas. Veo a una mujer bonita, que llame al sexo o sexi, la veo con más detenimiento, empiezo a imaginarla, a crear situaciones, ahí también fabrico hormonas. Hay casos de tensión, en el cual tu cuerpo entero se encoje, deseo seguridad, tranquilidad, me cubro de cualquier peligro, ahí también fabrico hormonas. Cuando tenemos mucha hambre, vemos una comida y otra, tal vez también fabrique hormonas, la cosa es que en el estómago se produce ciertas transformaciones químicas, se segrega ácidos. El deseo de algo creo que fabrica hormonas.

Cuando lanzo un puñete a mi opositor, cuando lo agarro de la cabeza y le doy contra el suelo, deshecho hormonas. A esa mujer la desnudo y la tiro al suelo y me vengo en ella, disuelvo hormonas. Cuando mi tensión al ver un penal de tal modo que si es gol nuestra selección entra al mundial, antes de la ejecución estamos fabricando hormonas, cuando se ejecuta disolvemos hormonas y viene el éxtasis.

Son especulaciones de una persona no dotada de extensos conocimientos de biología.

Tal parece que a lo que algunas veces llamamos felicidad sea a este proceso de disolver o botar hormonas.



10


Cuando uno ve a otra persona lo puede ver de diferentes maneras. Puede valorarlo, estudiarlo, encantarse de su belleza, etc., pero siempre lo ve del mismo rango. Puede que uno se sienta inferior a alguien, pero tiene la idea de que no son grandes diferencias, pues también él es hombre. Si los caballos endiosaran, entonces sus dioses serían caballos. Jenófanes. El Dios de los cristianos es un dios antropomorfo, bueno, para la gran masa de los cristianos, porque los que concibieron a tal dios son humanos. Pero no lo ven a Dios como un hombre que de un día para otro obtuvo el cargo de Dios y se fue al cielo. Dios no es un poquito mejor que cualquier ser humano, sino que Dios es de otro rango. La mayoría de pensadores han colocado tres rangos: el rango animal, el rango hombre y el rango Dios. Hombre y Dios no son lo mismo. No son como los semidioses, por ejemplo, como Aquiles, que era un hombre pero superdotado. Este es el caso de que yo considera a un ser humano cualquiera como superior a mí, pero de ninguna manera es un Dios. Igual, si los caballos tuvieran dioses, este dios sería un caballo, pero no un caballo común y corriente, sino de diferente rango.

Cuando uno endiosa pone por encima algo.



11

...

(2008)





martes, 15 de febrero de 2011

ENRIQUE DUSSEL

Una exposición muy clara y atrevida de la filosofía.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Critica al espíritu moderno en Weininger y Wittgenstein




El tema de ahora es muy interesante, porque se refiere a cuestiones que tienen mucho que ver con la vida liberal y moderna que nos ha tocado vivir y su relación con la mujer y la religión, nada más controversial y a la vez provocador.


Un verdadero pensador no querrá solamente resumir las ideas de Weininger y de Wittgenstein sobre misoginia y antisemitismo, sino que irá más allá de ello y se colocará como interlocutor de sus propias ideas. Weininger y Wittgenstein serán sus consejeros, incentivarán su espíritu, aflorarán su imaginación, serán sus medios. Solo así se puede pensar.


Me interesa Weininger porque se opone a lo femenino y a lo judío. Ambos pensadores vieneses priorizan la vida del ser humano como individuo frente a lo demás, como cuando Wittgenstein decía que no podrá ser un lógico si antes no se comportaba como hombre, como un verdadero hombre. Hay una especie de conocimiento de lo que es un verdadero hombre en ellos, de lo que sería su esencia. Weininger al describir al genio (al hombre en sentido pleno) menciona que éste debe reconocer su Yo, debe conocerse así mismo internamente y sentir lo absoluto, decir este soy yo y este lo absoluto. Señala que la mujer y el judío no tienen yo, viven vulgarmente porque no tienen vida interna, no reconocen su esencia. Y lo más importante de todo ello está en hay en ambos un afán por decir la verdad.


La vida moderna se acomoda a un modo que favorece y prioriza la vida de las mujeres y de lo femenino (entre ellos las diversas especies de homosexualidad que existen). No hace falta más que ver la televisión y encontraremos mujeres y homosexuales dominando el mundo a su antojo, promoviendo valores liberales. La vida moderna al encajarse tan bien a la vida de la mujer debe tener entonces criterios feministas que sostienen su cosmovisión, por ejemplo la idea de que no hay algo así como la esencia del hombre o el fundamento del mundo. En otras palabras, que no tenemos un Yo, el yo se balancea y se disgrega en el tiempo, no hay nada estático y esencial que nos permita reconocernos como tal y nos guíe en nuestra conducta. Actuar bien y decir la verdad. Como lo querían Wittgenstein y Weininger, era vivir en correspondencia a una verdad, respecto a un Yo, a una esencia del hombre. La mentira es inmoral y se hace amoral cuando las acciones y palabras de los hombres modernos se desligan de su esencia. Si vivo de una manera y otro día de otra, no importa, no cometo ningún pecado porque no hay un patrón eterno de cómo debe vivirse. En el mundo de ahora se está dejando la costumbre de garantizar algo con la palabra de honor. A una mujer no se le puede pedir que tenga palabra.


Reconocer nuestro Yo también quiere decir ponerse en contacto con nuestro pasado, el pasado nos dirá la verdad, por ello no es moral cambiar el pasado. Dependemos del pasado para enfrentarnos con la realidad, el pasado debe ser respetado. En nuestros tiempos, las voces del pasado, los ancianos, son casi tratados como animalitos inconscientes. El pasado no importa para ellos, el pasado les ofrece cosas confusas, inextricables, que su censura no quiere resolver. Freud, otro antimoderno, piensa que llegando a conocer nuestro inconsciente, entiéndase como nuestro pasado, podemos conocernos mejor. Al hombre de ahora no le interesa conocerse, no le interesa hacer una introspección. A aquellas mujeres que salen en la televisión y que son prototipos de mujer para las demás féminas y féminos no les interesa cultivar su Yo, en cambio pagan lo que sea por perfeccionar su apariencia, porque en este mundo de hoy la apariencia es lo que importa. Ser o aparecer, lo que se quieres es la unión armónica de ambos, que el ser cumpla su labor y el aparecer también.


¿Cómo es que a esta crítica a la superficialidad de lo femenino se le inserta el espíritu judío? Se nos dice que el espíritu judío tiene las mismas características de lo femenino, el vacío interior, la debilidad, etc. Sabemos que los judíos resaltan como grandes comerciantes, son importantes para la época porque son los que manejan el dinero. Para vivir en este mundo hay que tener ambición por el dinero, que este se convierta en un fin, la tendencia a la acumulación. Para lograr ese objetivo, para que uno sea un empresario hay que olvidarse de las formas, si se trata de vender algo no importa si ese objeto vale, la cuestión es hacer creer que vale. En ese aspecto la industria ha tenido su evolución a medida que el comercio ha ido creciendo, de priorizar la calidad pasó a priorizar la cantidad, con apariencia de calidad. En la educación de ahora, en los colegios privados manejados por empresarios se da esta tendencia de no prestar atención al hecho mismo de la educación, sino a construir una apariencia de que se está educando, lo que interesa es que el colegio se llene de alumnos el ejecutar una educación verdadera. La idea de venta, el trabajo del empresario, está muy relacionado con el hecho de ofrecer apariencias, ilusiones, hacer creer algo que no es. Ese trabajo que nada en la apariencia es el que domina el espíritu judío. Es el que domina la mujer, el homosexual. Aquello critica Weininger y Wittgenstein en sus obras y en sus vidas. Es una crítica a la época, al dominio que está ejerciendo lo femenino sobre lo masculino, la apariencia sobre la esencia, todo lo pasado, lo viril, lo honorable, lo moral se está feminizando. Al parecer vivimos una época estupenda, al parecer, digo.


Jaime Pereyra


jueves, 6 de enero de 2011

PLAN LECTOR (entre el libro y la televisión)


Actualmente los jóvenes prefieren ver la televisión a leer una buena obra literaria. Esta competencia entre los medios audiovisuales y los escritos solo se da recientemente, no pasará el medio siglo. Antes de ello, los periódicos, los libros y las cartas conformaban los medios por los cuales los seres humanos se informaban, se divertían y expresaban además de cualquier otro quehacer práctico. Los medios audiovisuales como la televisión, el cine, los videojuegos han absorbido todo ello de manera voraz, ha hecho que el niño active su cuerpo de manera menos continua y ahora prefiere estar sentado utilizando solo las manos en alguna batalla de videojuego o jugar fulbito de manera virtual que salir al parque y correr o participar de un evento deportivo real. En vez estudiar un tema de biología en un manual de academia prefiere verlo en algún documental televisivo, en vez de leer la obra de un premio nobel prefiere verlo en una película cinematográfica, más práctico dirían, incluso les serviría para poder contestar preguntas de literatura cuando postule a la universidad, solo viendo películas que son adaptaciones de las obras clásicas de literatura podría enterarse de los argumentos de estos. Del mismo modo, solo viendo documentales de la NATIONAL GEOGRAPHIC podría ahorrar tiempo y dinero en estar leyendo y comprando tediosos libros de ecología, geografía, astronomía, etc.


Muchos se cuestionarán, ¿es que acaso la época del libro ya terminó, que solo fue necesario para determinada etapa de la historia y más allá de ella no tiene sentido? ¿Si hubo culturas que pudieron vivir sin la existencia del libro, también podrían hacerlo ahora las culturas globalizadas? ¿Puede el libro ser sustituido por los medios audiovisuales? ¿O acaso tendría el libro su puesto entre aquellas cosas antiguas que solo importa a algún viejo que no tiene más que hacer en la vida y se dedica a placeres casi olvidados?


Para responder a todas aquellas interrogantes es necesario saber y definir las características y la importancia de la lectura, poder clasificarla en tipos de lectura, buscar las semejanzas en relación a los medios audiovisuales y sus diferencias. Si alguien que no está acostumbrado a leer se topara con estos argumentos simples de la superioridad de la televisión frente al libro que dimos en el primer párrafo no dudaría en desechar o vender los libros que tiene guardado. Pero los más perspicaces lo pensarían dos veces.


Si equiparamos libro con información es de lamentar que en pocos años, como se ha estado viviendo, los libros desaparecerán y la costumbre de leer también. Pues la información, lo útil, está expresado de la manera más rápida y simple en los medios audiovisuales.


Este trabajo pretende descubrir esa otra función del libro que no es informar y por el cual se hace importante y se justifique que en los centros educativos se incentive por todos los medio la lectura. Diferenciaremos claramente en todo texto LA FORMA del CONTENIDO, asimilando LO INFORMÁTICO con el CONTENIDO. LA FORMA es la manera cómo el autor dice la INFORMACIÓN.

Con ello pretendemos que en los cursos de Plan Lector prioricen el aspecto formal de la lectura porque es en esta parte en que los medios audiovisuales no pueden competir con los libros. Este aspecto estético del lenguaje es lo que hace que unas obras sean grandes, que por más que el contenido sea nimio no importe si la forma en que lo dice es magistral.
Existen grandes obras cuyas historias (CONTENIDO) son poco resaltantes, casi banales, pero que gusta al lector a medida que avanza en sus líneas. Esto se debe al uso de las técnicas literarias o los recursos utilizados para contarlo.


Según ello, lo importante no es incentivar a la lectura atrayendo al joven diciéndole que va a leer magníficas historias o temas de su interés, sino de presentarle libros que tengan un uso y manejo del lenguaje, de la forma, muy trabajada. Si además de una excelente FORMA se le suma un excelente CONTENIDO se cumplirá lo deseado: que el alumno sienta placer por leer.



Jaime Pereyra

Lima, diciembre 2010