A vosotros no les aconsejo el trabajo sino la lucha.
A vosotros no les aconsejo la paz, sino la victoria. ¡Vuestro trabajo debe ser
lucha y vuestra paz, victoria! Solamente armado con arco y flecha es como puede
callar y estar quieto; de lo contrario se parlotea y se protesta. ¡Vuestra paz
debe ser victoria! ¿Qué la buena causa santifica hasta la guerra? Yo les digo
que la guerra santifica todas las causas. La guerra y la valentía han hecho
cosas más grandes que el amor al prójimo. No vuestra compasión, sino vuestra
valentía han salvado ahora hasta ahora los accidentados. Preguntáis “¿Qué es
bueno?”. Ser valientes es ser buenos. Dejad que las niñas digan: “Es bueno lo
que es bonito y enternece”. (NIETZSCHE)

viernes, 18 de septiembre de 2009

LA PAREJA IDEAL: INSTINTO Y RAZÓN

Pensando sobre el amor:


¿Cuándo decimos que esa persona es perfecta para mí para vivir el resto de nuestras vidas? Ante esa situación deben coexistir dos elementos imprescindibles: lo inconsciente y lo racional. Lo inconsciente es el gusto, cuando veo a una persona y de pronto me gusta sin saber por qué; este gusto tiene relación con los paradigmas afectivos que tiene esa persona en su vida. Las personas que me gustan tienen un rasgo, un halo, una semejanza, con un ser querido para mí, pero que normalmente no soy consciente de eso. Inconscientemente creo que me gusta de la nada, pero no es así, debajo de ese gusto yacen ideas ocultas en nuestra mente. Este ingrediente inconsciente (orgánico) es lo que domina nuestro deseo, hace que nuestro ser desee a esa otra persona que me gusta, un deseo de posesión, que se traduce en lo sexual y en el dominio de la voluntad del otro, un deseo infantil narcisista. Muchas relaciones se guían por este componente, muchas se vuelven locas o locos por ese deseo, y este deseo se convierte en un sentimiento de amor tanto más difícil sea poseer tal objeto del deseo. Muchas personas creen que con esa parte es suficiente para decidirse a casarse con una persona. Muchas chicas son maltratadas y a la vez siguen enamoradas cada vez más del que las maltrata solo porque inconscientemente creen que es, por ejemplo, su padre, o su hermano; hay una especie de creencia inconsciente de que ese ser que nos pega es un ser querido, y por lo tanto está bien lo que hace. Mayormente esas relaciones si no tienen el otro ingrediente racional que le falta nunca llegan a durar.

El ingrediente racional se da en el hecho de saber que fuera de todo gusto la mezcla de esas dos personas, la convivencia, la simetría, sea la exacta. O sea, que la naturaleza de esas dos personas sea del mismo grado. Solo pueden convivir bien dos personas sanas, por ello se suele aparear a los animales entre los mejores, así también debería haber algo racional, un tribunal, que apareje a los hombres tomando en cuenta su semejanza, sanos con sanos, enfermos con enfermos, jorobados con jorobados, mudos con mudos, etc. Son estos dos ingredientes los que en mi opinión deben prevalecer al momento de conseguir pareja. Muchas personas se aferran a alguien de diferente calibre solo porque le gusta, porque inconscientemente creen que es su hermano, por ejemplo, cuando en realidad ese otro ser no es su hermano, y es difícil que salga esa tendencia de querer identificar al ser querido con la persona que le gusta. Una vez, por ejemplo, yo me aferraba a una chica porque se parecía a mi hermana, aunque no era consciente de ello, y pensaba que al dejarla también abandonaba a mi hermana, pero la realidad es que no son lo mismo, no hay ninguna relación entre el ser querido y la persona que me gusta y que se parece a ese ser querido. Son dos cosas distintas.



Lo único que importa es el hecho de que te guste, pero después de eso tiene que entrar a tallar el ingrediente racional, necesito saber si esa persona se me asemeja, ya no tanto en el biotipo, sino en su naturaleza, si es tan sano como yo o si es tan enfermo como yo.




2008




2 comentarios:

Richard Pereyra dijo...

Viendo un dia LA FUNCIÓN DE LA PALABRA en el canal 7, quien lo conduce Marco Aurelio Denegri,un tele-oyente le preguntó que se tenia que hacer para que una pareja se una y vivan felices si asi se podria decir (esto de la felicidad es un decir...) el le contestó.La unica razón para que una pareja pueda vivir en armonía es estar SANO en el sentido físico-biológico y psicológico.A partir de alli saco una serie de consideraciones y dijo que el ser humano tiene mas de 30 mil enfermedades y entre ellas hereditarias, es decir nos hemos reproducido sin ningún control como cuyes o algo por estilo...De estas dos consideraciones es que nacen todo tipo de taras en las relaciones como pareja.Me dejo pensando mucho, pense que su respuesta seria mas sblime pero no¡¡ Y TIENE TODA LA RAZÓN

Francisco Ramos dijo...

Compañero Pereyra:

Hay una diferencia entre la razón y el deseo, definitivamente, y Ud. apunta bien cuando postula la necesidad de integrarlos en una unidad dialéctica.

Sin embargo, considero que trastabilla cuando empieza a desplegar tesis eugenésicas. El deseo no tiene límites, y no hay "tribunal" supremo que lo contenga.

Ud. resalta el aspecto débil de la contradicción: lo racional. Convierte lo regresivo en progresivo. Su prédica de una sexualidad o erotismo planificados, so pretexto de ideales utópicos, no está muy distanciada de la que se propaga en los púlpitos católicos. Y ya sabe qué tipo de ideología se difunde, por lo general, desde esos lugares.

En mi opinión, la racionalidad carece de sentido si no se pone al servicio de los intereses objetivos del ser humano. Y eso pasa por la superación de la primacía del puro teorizar sobre la búsqueda de satisfacción de las necesidades básicas del ser humano.

En suma: su planteamiento se presta a subjetividades. No queda claro si quiere poner el placer al servicio de la salud, en lugar de hacer de la consecución de la salud una fuente de placer y realización humanas.

Dígame por favor si ando equivocado.