A vosotros no les aconsejo el trabajo sino la lucha.
A vosotros no les aconsejo la paz, sino la victoria. ¡Vuestro trabajo debe ser
lucha y vuestra paz, victoria! Solamente armado con arco y flecha es como puede
callar y estar quieto; de lo contrario se parlotea y se protesta. ¡Vuestra paz
debe ser victoria! ¿Qué la buena causa santifica hasta la guerra? Yo les digo
que la guerra santifica todas las causas. La guerra y la valentía han hecho
cosas más grandes que el amor al prójimo. No vuestra compasión, sino vuestra
valentía han salvado ahora hasta ahora los accidentados. Preguntáis “¿Qué es
bueno?”. Ser valientes es ser buenos. Dejad que las niñas digan: “Es bueno lo
que es bonito y enternece”. (NIETZSCHE)

martes, 21 de diciembre de 2010

PSICOLOGÍA DE LA RELIGIÓN


La idea de realizar un estudio psicológico de la religión es relativamente nueva, no ha de pasar los doscientos años. Anteriormente la religión era estudiada a partir de la teología o la metafísica y se preocupaban por el aspecto de la verdad de las características de lo divino, por ejemplo se investigaba las causas para justificar la existencia de Dios, el problema de Dios con el mundo y de ahí con la maldad que existe en éste, se trataba de saber cómo Dios se manifiesta a los hombres, qué cosa es Dios, ontológicamente qué estatus le doy, cómo puedo conocerlo, cuál es su voluntad, etc. Tomaban a Dios como algo que no depende del poder imaginario del hombre, sino como algo que se da y que debe ser estudiado. Salvo algunos escritos muy esporádicos en la historia de los tratados religiosos, el estudio psicológico de la religión se inicia principalmente con Hume, es él quien nos apertura una desconfianza hacia lo divino, lo que se traduciría por esta frase: ¿acaso Dios en verdad no es una fantasía de los hombres? Esta interrogante, con unos cuantos aderezos más, desencadenaría en la pregunta más filosófica y más moderna: ¿por qué el Ser y no más bien la Nada?


La desconfianza de que el mundo no está regido por Dios y que no existe algo así como un fundamento absoluto, como pensaron los detractores de la metafísica, dio la bienvenido a un tipo de cosmovisión, un tipo de weltanchaung, que poco a poco se insertó en nuestras vidas y que Nietzsche denominó “nihilismo”. La idea de que “Dios ha muerto” nos indica que la antigua cosmovisión en que se creía que había un fundamento espiritual para el mundo en el que vivimos es falsa. Lo que ahora vivimos es un tipo de “irreligión masificada”, y muestra la preocupación especialmente de las religiones que cada vez se hacen de menos adeptos.


Si no existe algo así como un Dios que sea fundamento de nuestras vidas, entonces los estudios sobre religión se preocuparon más por el lado del origen de ese “gran engaño”, engaño que por siglos nos impidió ser más libres y que obstaculizó muchas veces los avances científicos. Fue así que la humanidad, como un mozalbete creído ya maduro, haciendo ínfulas de su libertad, renegó de los estudios metafísicos y teológicos muy practicados en el Medioevo, para dedicarse con más predisposición a los estudios científicos. El positivismo del ochocientos dio origen a un Freud, a un Marx, a un Frazer… Estos personajes y muchos más hicieron de la religión una patología humana, avocaron su interés al campo de la mente, pues es la mente quien crea esa idea de Dios. Con la crítica a la creencia en Dios, producto de la época de nihilismo, se criticaba en el fondo la cultura del pasado, del mundo jerárquico, del mundo de los mitos, de los dioses y de la metafísica.
“Psicología de la religión” menta un estudio que es producto de una forma de vida “irreligiosa”, que nos lleva a entender lo sagrado como el producto de una capacidad humana que sacraliza los objetos, que en el fondo no son sagrados. Los resultados de estas investigaciones que se dieron en forma de psicología religiosa, en base a una mentalidad individual o colectiva, fueron muy importantes para la historia del conocimiento y nos sirvió de mucho para deshacernos de ciertas supersticiones que más que ayudar engañaba a los hombres sobre ciertas realidades. La superstición fue tomada como falsa religión, pero vista a partir de una religión específica. Tal es así, que las religiones amerindias o africanas eran consideradas supersticiones por el hecho de tener creencias o mitos productos de una mentalidad arcaica, infantil y que no está acorde con el progreso humano. Estas ideas, sin tomar parte de ellas, las decimos para situarnos mejor en la forma de pensar de la época en que surgió el estudio tipificado como filosofía de la religión.
Esto nos servirá como un primer paso para entender lo divino en todos sus aspectos, es decir, primero fijándonos en el lado subjetivo, el lado psicológico, pero no nos quedamos ahí, luego profundizaremos el lado objetivo de lo divino, la realidad de lo sagrado más allá de la mente humana; a este fin corresponde un estudio metafísico de la religión.
Jaime Pereyra
Lima, octubre del 2010

domingo, 21 de noviembre de 2010

PENSAMIENTO FILOSÓFICO Y ALIENACIÓN




Los problemas se inician en el contacto que tiene la persona con la realidad. Todo problema se puede convertir en problema filosófico, pero no todo problema es filosófico. La falta de comida, la necesidad de pareja, la agresión que recibimos, el deseo de ganar un concurso, entre muchos más son problemas de la vida diaria, que nos suceden en cualquier momento y que son resueltos de manera simple y casi inadvertida, incluso sin utilizar mucho la inteligencia. Pero se vuelven filosóficos mientras vamos profundizando en las causas de ese problema originario.

Es filosófico en tanto tenga una intensión radical. Entendiéndose por radical ideas tales como profundidad, exageración, rigurosidad, precisión, elevación. Para ello no hay medias tintas ni conformismos, tampoco algo pragmático y suficiente, no hay mediocridad, podríamos decir que hay una exigencia casi enfermiza.

La radicalidad filosófica se da en cuanto a la problemática hacia donde se dirige la mirada y en cuanto a las capacidades que se tiene para resolverlos. Es decir, el problema que se hizo filosófico es profundo y la mente o preparación mental para resolverlo es rigurosa.

Debido a que se busca las causas más profundas se deja de lado un poco la utilidad, lo práctico. Y se interesa más por la verdad, entendiéndose por verdad la completa seguridad que tiene el pensador sobre el conocimiento de las causantes últimas de cierto problema.

Es radical también en cuanto a su forma de resolver el problema. Utiliza exageradamente, radicalmente, la espontaneidad y la memoria. Un pensador radical ha de tener una amplia memoria. Memoria llena de teorías y lecturas como también de experiencias personales. Experiencias y lecturas por encima del promedio. Sirve mucho para ello también conocer las experiencias de los otros, de otras culturas, incluso en otros idiomas.

La forma lo da la espontaneidad, el razonamiento lógico. Esta parte es-coge las teorías y experiencias, las trabaja bajo los procesos lógicos de análisis, síntesis, sistematización y brinda una solución original. Ayuda mucho a esto, especialmente para presentar un pensamiento coherente y consistente, la lógica y la matemática.

La solución es recíproca al problema.

Un pensamiento es alienado en tanto el problema no nace de la misma realidad que vive el pensador. El pensamiento de Platón no es mi problema, pero sí es importante como parte de mi memoria. La filología sirve en tanto el pensamiento de Platón ayude a resolver mi problema. Un problema que nace en lo ideal y termina en lo ideal, es decir un problema que no nace en la realidad, la idea griega de que hay un pensar puro, que nace y muere en la pureza, no existe, es un falso problema, y es alienado porque lo que se impone aquí es la vivencia del otro y no del yo.
No solo es suficiente querer preocuparse por nuestros problemas personales, locales o nacionales y solos por ello llamarme pensador peruano, hace falta la instrucción. Comparto con Salazar Bondy que la ejercitación filosófica debe ser lógica y fenomenológica y tener a cuesta toda la tradición filosófica, por ser la tradición la memoria colectiva de cómo nuestros antepasados se enfrentaron ante tales problemas y cómo lo resolvieron, no tanto como peruanos sino como humanos.

La solución debe utilizar conceptos que expresen la realidad en la que nació el problema, solo así la filosofía puede hacer original. Conceptos que nacen de la cabeza de un pensador que no comparte la realidad que se vive sino realidades alemanas, griegas de otros tiempos alienan el pensar. Esto por tener el lenguaje una parte denominada pragmática el cual marca las diferencias incluso de manera radical en tanto se utiliza en una u otra parte.

Preocuparse por problemas nacionales no quiere decir leer a Mariátegui, por ejemplo; la necesidad de leer a los pensadores peruanos sacia el requisito memorístico que requiere nuestro pensar, no nuestra solución.

Hay definiciones, conceptos, ideas que si las seguimos nos alienan, pero hay ideas o conceptos neutros. Por ejemplo, aplicar conceptos como capitalismo y aplicar un término acá sabiendo que es una definición que funcionó para solucionar problemas de otro lado. Utilizar el lenguaje llano para la solución. La creatividad filosófica y original tal vez provoque que ese lenguaje llano, o palabras que pertenezcan a ella, se conviertan en conceptos con cargas filosóficas. Y si tenemos suerte sean utilizadas por otras culturas. Como lo hicieron por ejemplo los griegos del término muy básico y llano de LOGOS, o los alemanes del término DASEIN. Pero esos términos no deberían pertenecer a nuestra solución, porque son palabras que no nacen de nuestro mundo lingüístico.

Con todo esto, nos alienamos por prestar atención a problemas que no nos incumbe, nos alienamos por utilizar conceptos de otras cosmovisiones y encima nos pavoneamos de presentar exposiciones saturadas de idiomas extranjeros, conceptos que nacieron de la mente de uno que vio otra realidad. Alienarse en filosofía es esconderse en estos temas, dejarse devorar por las palabras oscuras y olvidarse de mis propios problemas, tal vez porque nos puedan hacer mucho daño. Pero desde ahí uno muestra su valentía, que motiva un pensamiento creativo y fuerte, enfrentándonos a lo que nos hace daño, para luego ir elevándonos en las posibles causas. Los débiles huyen de sus problemas, no les interesa resolverlos, solo quieren justificar esa debilidad y utilizan todos los libros posibles para lograrlo, confunden a los incautos con teorías abstrusas para no ponerse al descubierto y solo hablan puritanamente con otros de su misma especie. Incluso se vuelven profesores y arman sus talleres para resolver problemas de un gran viejo que vivió hace más de dos mil años en un mundo en el cual el hombre se había empezado a alienarse.

Y de esto trata la última alienación, la más radical y en la cual caemos todos los que nos dedicamos a la filosofía. El hecho de que el mismo filosofar es un proceso alienante, porque anteriormente habíamos dicho que en el pensamiento filosófico hay una exigencia casi enfermiza, exagerada. Lo exagerado provoca que salgamos de nuestra normalidad, para aprender tantas teorías, para fortalecer nuestra capacidad lógica hay que leer mucho y ejercitar nuestras habilidades matemáticas, hay que dejar de realizar cosas que convienen a nuestro buen desarrollo humano, para aprender diversos idiomas, para leer a Kant en alemán, a Platón en griego, hay que alejarnos del trato con los hombres tanto que muchas veces nos olvidamos de cómo comportarnos frente a ellos. Salimos de nuestra vida colectiva, que es parte de nuestro ser, y nos enrumbamos a una supuesta divinidad, dejamos de ser partes de la humanidad para convertirnos en dioses, ese fue el cuento que nos metieron. Salirse de lo humano no es otra cosa que dejar de ser uno e intentar ser otro: a eso llamamos alienación.


Jaime Pereyra

Lima, 2010


miércoles, 22 de septiembre de 2010

INCONVENIENTES DE LA DEMOCRACIA



La mayoría nunca tiene la razón, por eso el resultado de unas elecciones generales o municipales nunca elige a los políticos mejor capacitados. El voto de la mayoría importa solamente para calmar la sed de revancha, de rebelión; pues, si la mayoría ha votado por tal personaje, ya no tiene por qué quejarse. Sin embargo, tal método no sirve para determinar el mejor gobierno. En ningún lado, el voto de la mayoría es el mejor, solo es una táctica para que luego no se estén quejando de la decisión tomada.

Para votar bien, en primer lugar hay que haber vivido en ese mundo, donde entre personajes del mismo ambiente pueden haber conocimiento de sus pensamientos y actitudes. Si solo elegimos en base a la información que nos transmiten los medios de comunicación estamos eligiendo muy mal, pues nuestro voto está manipulado. Y si nos vamos a un mitin donde no hay intermediarios entre el político y el elector, entonces está la manipulación retórica, donde el lenguaje adornado hace de las suyas.


Imagínense la doble manipulación, la retórica del político y las imágenes maniatadas de la televisión. ¿Cómo podríamos elegir si no hemos vivido en ese ambiente? Por ello, muchas personas han renegado de la política y se sienten impotentes al no saber a quién elegir porque no están seguros de nada.


Y el tercer inconveniente para poder elegir bien se da en la naturaleza misma de la política: lo político habla es una ciencia humana que intenta solucionar los problemas que rodean a una comunidad, y estos son problemas de índole religioso, ético, económico, técnico-científico, económico, etc. Pero todo ello, para la vida buena de la comunidad. El fin es la comunidad buena. Ante esto, ¿qué es lo bueno?, ¿qué es el bien?, incluso ese bien relativo que es para nosotros, ¿cuál es? ¿Qué nos mejora como humanos? ¿La espiritualidad con toda la enajenación que trajo consigo? ¿La materialidad con toda la bestialidad que trae a sus espaldas? ¿Seguimos a los cristianos, a los pensadores, a los empresarios, a quién? Tantos problemas capitales trae consigo una simple propuesta política y yo me pregunto si el pueblo, la mente de la mayoría, está capacitada para discernirlo.


Tal vez esté mal la democracia misma.




JAIME PEREYRA

sábado, 18 de septiembre de 2010

PROGRAMA DEL "II ENCUENTRO DE JÓVENES INVESTIGADORES EN FILOSOFÍA"

23 y 24 de setiembre de 2010



Presentación

El 14 de noviembre de 2009 se desarrolló en el auditorio de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas el “Primer Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía”. En esa oportunidad, se contó con la concurrencia de una docena de jóvenes que presentaron otros tantos trabajos, los mismos que abarcaron una gran gama temática expresada en tres mesas de discusión: filosofía de la existencia y de la religión; filosofía antigua y pensamiento peruano; y filosofía política, ética y axiología. Tanto por la cantidad como por la calidad de los trabajos propuestos, se trató de un auspicioso inicio en nuestra Facultad de estos eventos dirigidos a nuestros investigadores jóvenes.
Este jueves 23 y viernes 24 de reeditaremos este encuentro con jóvenes empeñados en la investigación filosófica, en un medio sin duda difícil para el trabajo académico e intelectual, pero pleno de posibilidades y necesidades que reclaman el máximo de sus esfuerzos. Para este segundo encuentro contamos con el apoyo de un filósofo investigador de reconocimiento nacional e internacional que compartirá con nosotros su visión del estado actual de la investigación en nuestro medio y las peculiaridades de esta clase de trabajo intelectual. Mantenemos, para este evento, las líneas temáticas propuestas para el primero y confiamos que, como el anterior, nuestro nuevo encuentro sirva tanto para conocer los avances en sus trabajos de nuestros jóvenes investigadores como para que reciban el estímulo y el pertinente apoyo de nuestros investigadores con mayor trayectoria.

Objetivos

Convocar a los estudiantes y egresados sanmarquinos, no mayores de treinta y cinco años, del pregrado y posgrado de filosofía, con el fin de que presenten sus investigaciones recientes.
Reconocer las líneas de investigación que despiertan mayor interés en filosofía.
Estimar el nivel de la formación académica de los estudiantes y egresados de filosofía a través de los trabajos presentados.
Promover la participación de los jóvenes investigadores de filosofía en los proyectos de investigación de los institutos de la Facultad.







PROGRAMA

Jueves 23 de setiembre
Auditorio de la Facultad de Letras y CC.HH.


10.00 a.m. Inauguración del II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía

-Palabras del Dr. Jorge Valenzuela Garcés, Director del Instituto de Investigaciones Humanísticas.
-Palabras del Dr. Oscar Augusto García Zárate, Director de la Escuela
Académico-Profesional de Filosofía.

Presentador: Lic. Saúl Rengifo Vela



10.30 a.m. Conferencia principal

Dr. Luis Piscoya Hermoza
“Reflexiones sobre los estándares de calidad de la investigación universitaria”

Comentaristas:

Mg. Zenón Depaz Toledo
Lic. Víctor Hugo Martel

Moderador: Lic. Aníbal Campos Rodrigo



Mesa 1. Investigaciones relativas a la filosofía clásica.
3.00 p.m. – 5.00 p.m.

Andrés Contreras Quijandría, Las “virtudes dianoéticas” desde el νους. Una lectura ontológica.
José Eduardo Rosales Trabuco, La physis aristotélica.
Jaime Pereyra, Lo divino, la mujer y el amor.

Debate y participación del público

Moderador: Mg. Dante Dávila Morey









Viernes 24 de setiembre


Mesa 2. Investigaciones relativas a la filosofía moderna y contemporánea.
3.00 p.m. – 4.30 p.m.

José Bulnes, Acerca de Rousseau o del pesimismo humano.
Javier Hernández Soto, Examen de la Política del reconocimiento, de Charles Taylor. Exigencias ontológicas e interculturales.
Miguel Nación Pantigoso, Racionalidad histórica y Totalidad. Apuntes para una filosofía de la historia en un contexto postmetafísico.

Debate y participación del público

Moderador: Mg. Jorge Amadeo Quispe Cárdenas



Mesa 3. Investigaciones relativas a la filosofía peruana y latinoamericana
5.00 p. m. – 7.00 p. m.

Ricardo Jiménez Palacios, Historia y poder en las Comisiones de la Verdad.
Javier Teófilo Suárez Tejo, Entre el fatum y el juego: la educación peruana en el contexto del capitalismo tardío.
Francisco Ramos Vásquez, La concepción de la verdad en Mariátegui. El caso de El alma matinal.
Christian Córdova Robles, Ideas filosóficas en los Diálogos de amor de León Hebreo en la traducción del Inca Garcilaso de la Vega.

Debate y participación del público

Moderador: Lic. Carlos Mora Zavala



7.15 p.m. Clausura del II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía

Palabras del Mg. Javier Aldama Pinedo, miembro de la Comisión Organizadora del II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Filosofía








COMISIÓN ORGANIZADORA


PRESIDENTE:

Dr. Oscar Augusto García Zárate
Director de la E.A.P. de Filosofía



SECRETARIO EJECUTIVO:

Lic. Saúl Rengifo Vela



MIEMBROS:

Dr. Jorge Valenzuela Garcés
Mg. Javier Aldama Pinedo
Lic. Víctor Hugo Martel



Colaboradoras:

Rosario Acuña
Carla Apaza



ORGANIZAN:

Instituto de Investigaciones Humanísticas

Escuela Académico Profesional de Filosofía

sábado, 28 de agosto de 2010

SOBRE LA FALTA DE SENTIDO (en video)

Recién empiezo a editar videos y he utilizado un pedacito de mis escritos para comenzar. Es muy corto, pero espero que ande por buen camino en el ámbito de la comunicación audiovisual.

http://antoniopereyra.blogspot.com

miércoles, 18 de agosto de 2010

PERJUICIO





Desde muy lejos se le observa, a pesar de la multitud, él está ahí, de amarillo y el pantalón anaranjado. Él sabe que lo miran; sin embargo eso no lo cohíbe, serpentea su cuerpo, a veces salta y, cuando saluda, todo el mundo se entera de que tiene amigos. Algunas lo desean, otras se burlan. ¿Pero te importa acaso, Perjuicio?



-Yo sólo río.



Claro, él sólo ríe. Y es cierto. Cuando cruza la pista, con esa manera suya de andar, ríe al ver en las ventanas de los micros rostros de muchachas curiosas que no les importa estar aplastadas o sofocadas por las personas. Qué interesante, piensan. Ríe cuando va a la tienda y se las juega de bromas con las abaceras; lo quieren mucho, el chico es vida. Ríe Perjuicio cuando pasa saltarín de la mano de su enamorada. Bueno, Perjuicio, quiero escucharte, ¿a qué llamas, tú, enamorada?



-Yo sólo río, compá.



Tienes un grupo de amigos, y junto a ellos también ríes. Son tus rabos, a todos lados van contigo, pues tú sí que presentas chicas. Andas con seis, siete, ocho, parecen tu pandilla: los perjuicio. Lo sabes, por eso eres feliz. Aunque cuando esa felicidad te hace sentir que todo es muy bonito como para que fuese real, entonces tus labios niegan la sonrisa, y siempre acompañado, recuerdas al Chiclayano, el que te sacó de la indiferencia, tu maestro. Cuánto tiempo anduvieron juntos; el te enseñó a bailar, a gorrear, a hacer bromas, Perjuicio. El Chiclayano ahora está solo, ¿acaso no vale la pena recordarlo?



-Yo sólo río, compá.



El peinado de Perjuicio es único. Peluca de transformista, gallito de las rocas, un remolino que vuelve locos a los piojos, qué sé yo. Parece que en su tacutacu de apariencia tiene todos los colores del mundo dispersos, en su cabeza y su ropa. Perjuicio, por eso muchas te quieren conocer.



Vas a la discoteca. Te sabemos el rey de la discoteca. Los de la puerta te conocen muy bien porque eres de la casa y siempre te abren el paso, lo que es aprovechado por tus amigos que se zampan contigo. ¿Y, Perjuicio, con cuántos hoy? Cinco nomás, pero entran diez. Eres palabreador, tu madre lo sabe muy bien cuando estás frente al espejo y Perjuicio una hora, dos horas, ¿qué hace tanto? Camina la señora con las greñas sudorosas, camina por la arena y encuentra a su hijo sacando plata, éste, bandido, pone rostros de esos que yo no fui, tres palabritas y tu madre te cree. Para el trago lo sabes, por si tus amigos vengan a dar pena.



Los que no te conocen, bah, sólo un puñado, se burlan de Perjuicio. En el antro lo ven hacer sus pasitos sensuales según dicen, para aquí para allá, una vueltita con los brazos extendidos, en el centro se desenvuelve Perjuicio; las chicas se acercan. Qué bonito baila. Te miran asombradas y esa boca abierta no dice otra cosa más que desean conocerte. Preséntamelo, please. Perjuicio desde lejos las mira, las saluda con las manos todo un galán de cine, de lejitos, cazador de cazadores, las traes muertas. Así, todos los días te ven rodeado de costillas. Perjuicio, presenta, cómo no, causita, ¿a quién? Siempre aceptas sonriente. Por eso te quieren, y por eso te odian también aquellos que no soportan ser menos que tú y se mofan de cualquier cosa que hagas. Mucho te mueves, dicen. Muy ridículo eres, dicen. Muy piraña eres, dicen. Muy a todo, y tú...



-Yo sólo río, compá.



Tú lo sabes Perjui, lo sabes muy bien. No crean que ignora las cosas que suceden a su alrededor, vista gorda receta infalible para él. Sabe que nunca deberá creer en nadie porque todo el mundo es malvado, hasta él mismo que antes fue puro, ahora está pensando en emborrachar a su prima; sólo se hace el tonto. Tonto con las infidelidades, tonto con las burlas, tonto con las traiciones. Tonto también es con todos aquellos que se burlan en su cara. Tú tranquilo siempre, estás seguro con tu fama; sabes que aquellos vilipendiosos pronto estarán como tus dizque amigos pegajosos que alguna vez empezaron así, burlándose. Una frase te viene a la mente: Si no puedes vencer a alguien, entonces únete a él. "Santas palabras", piensas. Sus camaradas de farra ahora son dichosos, ya lo han comprobado: es como vivir en el Paraíso con tantas mujeres. Con Perjuicio sí que se gana, gracias a él me tiré a la Sole, gracias a él yo también chupo gratis; él es mi hermano, mi héroe, Perjuicio. Danzarín empedernido, intrépido picaflor, en todas estás; pero mariconcito por ahí. ¿Cómo? Ay, ¡Perjuicia!



A quién le importa lo que yo haga,
a quién le importa lo que yo diga,
yo soy así...



¡Capricornia la Perjuicia! Se pone en punta de pie, muestra su cintura, te amarras la camisa, te sueltas el cabello...



Y así seguiré
nunca cambiaré...



Su grito de guerra: ¡Soy una mujer caliente! En medio de un laberinto todos ríen, algunas cándidas se la creen, y preguntan: "¿El chico es...? ¿El chico es...?" (La discoteca es una batidora, las luces pierden el control, la música ruge, la gente estalla). Son babiecas, eso es lo que son, cómo se les ocurre. ¿Será porque todavía no prueban su miel? Pues entonces ya es hora creo ¿no? Perjuicio parece haberlo advertido y piensa que para bromas ya es bastante. Ahora infla su tórax, saca altura de donde no hay y les sonríe como diciendo ¿qué tal ahora, acaso no les gusto? Se soba los testículos para realzar su virilidad; además de lanzar mierdas a diestra y siniestra, huevonea a sus amigos siempre con cariño, eso sí, por eso nadie le reclama. Se hace el hombre para que murmuren más. Eres bajo pero pasas, dicen. Dicen también que tu dialecto chiclayano es lindo. Tu cabello originalísimo, tu nariz graciosa parece de payaso, otros dicen, un rocoto. Cachetón, buenos labios dicen. Presenta a todo el mundo; algunas veces la hace de cupido. Él es Chino, ella Gina; él es Noé, ella Milagros; él es mi hermano Repudio, ella es mi jerma, ajá. Te vemos abrazar chicas, siempre estás con alguien, y todavía nos preguntamos cómo puedes tener tanta suerte. Eres feo, Perjuicio, y eres pobre, eres piraña y eres bruto, Perjuicio; sin embargo cachas todos los días. Opinan que por el baile, seduce, calienta, excitas. Otras opinan, por su floro.
Los domingos, infaltable. La matinée empieza y Perjuicio ya está ahí, en la pista de baile al centro de una ronda gigantesca. Todo el mundo sabe que es farándula, y por cosa curiosa, dicen que es guapo. Yo creo que la oscuridad te ayuda un poco, Perjuicio, yo lo conozco: además no se baña.





El tono empieza a poblarse en progresión geométrica, la juventud emocionada se da cita ahí. Los aprendices de Perjuicio miran ávidamente a los alrededores para ver si hay alguien conocido y saludarlo, así dirán: ah, tiene su fama. Todos se miran, las chicas nuevas coquetean por un lado y por otro para que se les acerquen, se ponen a bailar solas, cuando la música se corona como la infaltable. Suena la salsa Túúú vooolveeeráaas tarará, golpea el reguetón pum tun tun pum Esta es la historia de un gato que no se sabe nada... Trun Trun, el preludio electrónico y la música ruge en la libertad del pensamiento; los adolescentes alucinan; los tímidos se aburren con el culo empotrado en la silla, y si no tienen trago, se aburren más; los gileritos desesperados buscan a la víctima de la tarde con ojos de halcón; los vasos corren de una mano a otra, el cigarro ahoga, el humo inspira, las tetas animalizan y Perjuicio chapa.



Su espectáculo ya se dio por concluido. Ya había visto de reojo a la más bonita. Ya había empezado a bailar para ella. La gachí se da cuenta, no le para bola aunque piensa: tiene muchos amigos. Toman cerveza, bailan; Perjuicio es saludado por todos, habla, bromea, se mariconiza, se afana con la samba mismo brasileño; la chica, cigarro en mano, piensa: puede ser. Durante una hora se la pasa mirando al muchacho. Bajo, morenito pálido, nariz de rocoto, que no deja de moverse, aunque sigue pensando: puede ser. Ni siquiera se pregunta por qué puede ser, sólo lo analiza. A veces sonríe de las bromas corpóreas de nuestro héroe, y cuando se siente descubierta no sabe cómo reaccionar, luego se pone seria con el mentón arriba y su naricita en punta.



Cabello castaño, lacio, rostro blanco: pura, exacta. Perjuicio ya dijo: todas, menos ella. Sus amigos de todos los tonos lo saben muy bien, no hay que chocar con él, porque Perjuicio sólo se hace el tonto.





Ya está pasando mucho tiempo y el condenado no hace nada, ahora tendré que mirarlo yo y voltearme al propósito para que se quede idiota con mi cuerpo, uff Lorena, qué pasó con tu técnica; mejor hubieses aceptado bailar con el flaco guapo que te invitó y ya no tendrías que comportarte como aguantada frente a este hombrecito que no sé qué tiene pero me derrite. Perjuicio ya no la mira, a ratos sale del grupo y vuelve como si no se acordase de ella. Lorena ya no piensa, se decide: tiene que ser. En tanto ruega que la saque a bailar. Ya se viene la noche, aunque eso no importa, la cosa es que pasa el tiempo. La música ruge: Perjuicio habla, ríe, baila, se desmariconiza.



Lorena había formulado tres planes (PLAN 1: se paraba y se hacía la difícil, nada de miraditas; pero eso no siempre le funcionaba, como ahora con Perjuicio, para esos casos estaba el PLAN 2: mirar y sonreírle con coquetería, mostrarle el trasero; ¿y tampoco? ¡Ja caray! PLAN 3: acercarse y ella misma decirle: ya pues hijito, hazme el favor; luego pensó que hacer eso era caer muy bajo, tenía que haber otra salida, para tal caso se creó el PLAN DE EMERGENCIA: no quedaba de otra que meterse con Repudio, su hermano, para darle su merecido). Estuvo a punto de ejecutar el PLAN DE EMERGENCIA cuando Perjuicio da un paso. "Bueno, piensa éste, ya es hora de actuar". Lorena lo ve acercarse y ni se acordó que tenía pensado decirle disculpa, no bailo, para la próxima ¿ya?, pero ni tonta. Agradeció al Cielo que ya no tendría que besar al cabezón de Repudio, y por poco no se lanza cuando Perjuicio de lejitos no más, como grande, la invita a bailar.



Ese Perjuicio cómo se contornea, se le acerca, levanta los brazos, ciñe su cintura. Lorena también baila muy bien, con donosía. Todos para abajo, Perjuicio la toma del talle, se acomoda y abajo. Todos para arriba, hace lo mismo, pero ahora hay algo más. Sin hablar la estás besando, Perjuicio, y ella no te dice nada; todos te miran y pareces azuzar las envidias. La prójima que tienes en tus brazos sólo sonríe como si te dijera que la sigas besando que no le importa nada.



No hay nada más difícil que vivir sin ti
sufriendo en la espera de verte llegar
el frío de mi cuerpo pregunta por ti
y no sé dónde estás
si no te hubieras ido sería tan feliz.




El ambiente es suave escuchando aquella balada. Los corazoncitos rebeldes sienten que el mundo no es tan cruel. Sienten que besar y besar es la consigna para encontrar la felicidad, sin mencionar por supuesto al amor, sin prometerse, sin darse de astutos ni tontería y media, sin nada: ser libre enlazando los labios. En la discoteca, las parejas se abrazan, el viento del aire acondicionado revolotean los cabellos y las luces multicolores pintan el paraíso juvenil.



Los que nos quedamos sin pareja, con poses de fumadores aprendices, vemos cómo baila Perjuicio. La sujeta bien fuerte, recorre sus labios carnosos por sus hombros descubiertos, hasta su cuello; se frotan. Lorena está colorada, no se sabe si por el calor o la vergüenza, regalona dirán de ella. Pero parece no importarle, pues lo abraza más, hasta se deja coger por la espalda y cierra los ojos cuando Perjuicio intenta sodomizarla con ropa y todo. "Disimula, chico, que la gente está que se gana". Y luego abracitos sin una pizca de salacidad. Sólo amor et amour and love (sin mencionarlo, claro).



La ronda se embelesa... Todos piensan que alguna vez serán grandes.



Me muero por conocerte
saber qué es lo que piensas...




Musitan, canturrean. Idos.



Un adolescente discotequero contempla a Perjuicio con rostro de expresiones adversas. Recuerda los días en que fueron inseparables, recuerda que hasta se ocultaban bajo la fronda de los cañaverales a orillas del río y evacuaban juntos conversando de paso sobre sus gilas. Siente que lo estima, aunque no sabe por qué se burla de él. Yo conozco tu casa, Perjuicio, es de esteras con el piso de arena que expelía un olor a tierra orinada, a zurullo de perro. Me hiciste pasar muy contento porque fui tu primer amigo. Al sentarme en un ladrillo las gallinas picoteaban mis zapatos y el gato dormía en mi falda. Además había un loro viejo que no dejaba de repetir: hasta las huevas, hasta las huevas. A ti no te importa, tú sigues besando a Lorena, Perjuicio. ¿Acaso no recuerdas que esa noche vino tu padrastro con los ojos alcohólicos y el tremendo palo que te zurró estropeándote la calamorra y te quedaste surumbático el resto de mi visita? Yo lo vi todo, Perjuicio, yo sé que tu vida no es como la pintan. Te ríes claro, ¿no te das cuenta de que yo sé que eres un provinciano más? Eres de Chiclayo. Vives en invasión y apenas sabes leer. Pero tu sigues besando, riendo, punteando. Yo sé que no tienes servicio de agua potable ni desagüe, porque tu baño es un hueco en el piso por donde se ve que el río pasa y se ve también que las cacas caen como ratas al agua. Dicen que trabajas, claro, robando con tus amigos pillos de la avenida Grau. ¡Ya no la beses, Perjuicio, ya no! También sé que todo esto lo pienso porque estoy envidiándote. No sé cómo desperjuiciarte Perjui, tú sí naciste idóneo para la sociedad, te acomodas y fíjate que nadie te dice cholo; tú besando a Lorena, la despampanante pelo lacio, nariz punta y tetona. Te creen el hombre más dichoso, pero sufres ¿o, no? Sí, sufres mucho, yo lo sé. Lo único que tienes en la vida es a tu madre. Sé que todavía te duelen las patadas que te daban tus compañeros de primaria y los puñetazos infinitos de tu padrastro, a quien llamabas tío. Ya sé que soy un frustrado diciéndote esto, que no sé hacer otra cosa más que herirte por situaciones que tú no tienes la culpa. Pero tú sigues creyéndote el rey del mundo, el ídolo de tanta muchachada, y yo te sigo fustigando que no, que no, que sufres y que sufres; pero pareces devolverme el pensamiento, en brazos de tu jerma, y miras como diciendo:



-Yo sólo río, compá, yo sólo río.





Jaime Pereyra
(Lima, 2003)





(De "hablando solo", 2004)





http://antoniopereyra.blogspot.com/

miércoles, 11 de agosto de 2010

SUPUESTOS PARA UNA CONCEPCIÓN DEL AMOR CRISTIANO




En la historia se puede reconocer dos acepciones de la palabra amor:
1) Cosmovisión naturalista[1]: el amor como sinónimo de deseo (eros).
2) Cosmovisión judeocristiana[2]: el amor como amistad (agapau).
Tomo la clara diferenciación que hace Santo Tomás cuando habla del amor como del deseo que busca el bien para uno mismo y del deseo de bien que se busca para el otro.
Tomaremos la segunda acepción, conocida como la teoría del amor cristiano. Consiste en lo siguiente: servir al otro sin esperar nada a cambio.

Para amar cristianamente uno debe tener presente las siguientes ideas:

· Respeto
· Salvación (de la opresión)
· Comprensión

Se respeta, se salva y se comprende cuando se ama al otro. Entregarse por completo, ser su esclavo. Actuando de esa manera se llegará a sentir la vida espiritual en su plenitud. Este amor, promovido por la cultura judeo-cristiana, se consigue tras haber eliminado todo deseo material que tenemos (sexual, de comida, de poder, de esplendor). Pues al llegar a este punto, desligado del cuerpo, recién capta uno su espiritualidad. Pensando en casas banales o placenteras no podemos estar a solas con nuestro espíritu. En esta dimensión, se dice, conocemos a Dios y captamos el amor verdadero.

Por eso se cuenta en las escrituras que Dios se presentó a personajes que tuvieron un alto grado de vida espiritual, de desprendimiento de las cosas terrenales, que tuvieron una vida humilde combatiendo contra sus deseos animales.

Según esta cosmovisión, desde el momento que uno vive de ese modo, amando de ese modo, conociendo a Dios en el rostro del necesitado se llega a un alto nivel de desarrollo humano, en palabras precisas, nos humanizamos y dejamos de lado nuestra parte animal, que es imperfecta; porque lo verdaderamente humano es la parte espiritual. Somos verdaderamente humanos, alejados de los placeres vanos, de las aspiraciones egoístas y solo pensamos en el bien que puede recibir otra persona sea amiga o enemiga, pero nunca pensamos en nuestro provecho.



[1] Por ejemplo las culturas amerindias, la cultura clásica greco-romana, la china, etc.



[2] Toda la cultura occidental, moderna, democrática y humanista.




Jaime Pereyra


miércoles, 28 de julio de 2010

EL MEJORAMIENTO DE LA ESPECIE Y LA COMPETENCIA

No se puede deslindar el mejoramiento del individuo del de su especie y viceversa. Por ejemplo, si un boxeador peruano gana el título mundial, quiere decir que el boxeo peruano se está mejorando, o si el arte musical mejora en el Perú se puede decir que un individuo peruano puede ser el mejor cantante del mundo.

Si hablamos de la especie humama aplicamos la misma analogía. Si un individuo adquiere un nivel más de desarrollo, por ejemplo si descubre algo, entonces este descubrimiente se le adjudica también a la especie y es como si la especie también hubiera ascendido. Cuando "un" hombre pisó la luna dijimos que "el hombre" había pisado la luna.

Por ello un individuo no puede mejorar si la especie no mejora y la especie no mejora si no hay algún individuo que destaque.

Además, la competencia mejora al individuo y por ende a la especie.

lA EDUCACIÓN ANTIGUA BUSCABA EL MEJORAMIENTO DEL INDIVIDUO. LA EDUCACIÓN MODERNA BUSCA EL CUIDADO DEL DÉBIL. PARA QUE EL DÉBIL NO SE PIERDA NI SUFRA, ENTONCES NO DEBE COMPETIR; Y CUANDO NO HAY COMPETENCIA, NO HAY DESARROLLO.

En las escuelas de ahora se prioriza que los elementos más débiles (intelectual, física y éticamente) entren a un mediano desarrollo, se les trata con cariño, se les disminuye la tarea, el nivel. Con ello nos olvidamos de los mejores, que, abandonados, en vez de subir, descienden.

Lo malo es que los débiles son los que tienen el dinero: los judíos.

jueves, 8 de julio de 2010

LA AUTODESTRUCCIÓN DE LA BURGUESÍA




"Estoy de acuerdo en que la burquesía está destruyendo el mundo, mas todavía dudo de la solución marxista." (Posdata del 2010)




Este progreso de la burguesía debe poner evidente la verdadera situación de su existir y mostrar todas sus consecuencias. La burguesía, como se sabe, es producto de la enajenación. La enajenación es la priorización del alma en detrimento del cuerpo. La necesidad del alma es hacer uso cada vez menos de su cuerpo, por lo tanto mientras más intelectual te vuelvas menos quieres trabajar físicamente, y más se quiere alejarse de la naturaleza, por ello construye ciudades de cemento que cubran la tierra, que oculten su origen, crea más instrumentos que le sirven de medio para comunicarse indirectamente con la naturaleza, no quiere embarrarse las manos. Por ello es el predominio de la ciudad sobre el campo. Lo curioso de la burguesía es que posibilita su destrucción dentro de ella misma. Pues ella misma empuja a que todos vivan a su modo, lo cual es una grave contradicción. ¿Cómo así es que yo quiero dominar y apoderarme de todas las riquezas a costa de otros y a la vez quiera que todos sean burgueses? ¿De qué modo ayuda la burguesía a crear su propia destrucción? Primero tecnificando la sociedad, con ello acostumbra a los dominados a odiar la naturaleza y el trabajo físico. Segundo, quitándole la tierra al esclavo, lo empuja a inmigrar a la ciudad y dejar el campo. Tercero, dando una educación a través del Estado que convenza de las bondades de esta cultura, con ello todos quieren ser burgueses. Cuarto, al aumentar los medios de comunicación a causa de la búsqueda de nuevos mercados y tierras, los proletarios llegan a unirse y ser concientes de su estado de opresión. Y, por último, quinto, haber rebajado al proletario a su más ínfimo estado (por lo cual no queda otra cosa que defenderse del abuso), llegando a convertirlo en una mercancía más.Estos modos en que la burguesía se destruye así misma también son complementados por otra causa más importante y que es guiada por el deseo infinito del propio burgués. De tanto que quiere el burgués poseer riquezas, la codicia, es llevado a producir exageradamente, con lo cual trae crisis: la epidemia de la modernidad.Es por estas causas que la burguesía debe desaparecer, ella es la que destruye la sociedad. Por lo que queda solo una solución, que los proletarios (por ser revolucionarios y no conservadores) son los encargados de eliminar la sociedad burguesa y desajenar la sociedad. Volver al primitivismo natural.

(2008)


JAIME PEREYRA


viernes, 11 de junio de 2010

LA FALTA DE COMPETENCIA




La filosofía es para los ancianos, digo esto porque la mente necesita desligarse de las sensaciones y de los instintos para pensar con pureza. Al joven por uno y otro lado le acecha los placeres carnales, su mente anda entre la carne y el espíritu. Sin embargo, en estos últimos siglos hemos vivido a la champa, el débil vive como fuerte, los esclavos mandan, la mujer quiere ser hombre, etc., esta queja es la misma que lanza Guamán Poma en su carta al Rey, que el mundo está al revés. El mundo de las ideas, lo ideal, no se cumple en la realidad, hoy la frase “¡qué importa!” pulula hasta en los más idealistas, qué se va a hacer, así es la vida.


Un joven filósofo es una contradicción, pero se da. Es un hecho que jóvenes estudien filosofía en la Universidad.


Ante ese factum hay que tomar decisiones. Por ello la pedagogía de los profesores de la escuela de filosofía debería adecuarse ante esa situación. Pero no es así. El objeto es un ser humano que está ardiendo de pasiones, ese es el obstáculo para los profesores de filosofía, porque ante una cita con una chica bonita o estudiar para un examen de Platón, es más seguro que vayan a lo primero, y es lo más normal.***


La mayoría de profesores piensan que los estudiantes de filosofía son unos ancianos (más allá del hecho de que la filosofía sea para los ancianos, y para los jóvenes la guerra). Si mañana hay un examen de Tomás de Aquino, por ejemplo, y justo hoy tengo una fiesta en donde voy estar con una chica que me gusta, yo como joven estudiante de la UNMSM voy a la fiesta, porque sé que ese profesor siempre aprueba. Con ello me perdí al no leer un gran texto de Tomás. Pero si yo sé que ese profesor es drástico y obliga a que estudiemos porque si no nos jala, entonces dejo toda fiesta y me pongo a estudiar. Si, por otro lado, soy aplicado y me olvido de la fiesta, aun sabiendo que ese curso se aprueba a priori, llegado el final del curso todos tienen casi la misma nota, digamos todos tienen 16. Siento entonces una total desazón.


En aquellos dos ejemplos se manifiesta un rasgo importante de un estudiante joven: la voluntad. Lo que deberían hacer los profesores no es hacerse los ciegos ante la existencia de los instintos en el joven, sino aprovecharlos para el provecho de la escuela misma. El deseo sexual primó ante el amor a la sabiduría, en el primer caso; en el segundo, el deseo de ganar la competencia, o sea ser el mejor en el salón, se reprimió. Los dos resultados fueron en detrimento de la Escuela. El primero se vuelve un estudiante mediocre, el segundo un estudiante desencantado de lo que hace.


El problema está en que en la Escuela, la mayoría de profesores, no ponen presión, y creen que somos unos ancianos que no tenemos cuerpo y que por nuestra propia cuenta vamos a estudiar, como sí lo haría un anciano. Al joven le interesa la competencia, si se quiere unos filósofos viriles, ganadores, competidores que no le tienen miedo a nadie, se debe incentivar a la competencia.La competencia es propiedad de la juventud, el goce que causa un triunfo arrastra a uno a realizar cosas inverosímiles. Si yo sé que si me saco la mayor nota voy a ser premiado con algo, al menos con la mención del profesor, entonces en una noche me puedo leer 400 páginas. Pero si sé que no tendré ningún goce, no llego ni a las 10 páginas.


En la Escuela de Filosofía falta incentivar a la competencia. Falta manipular la voluntad del estudiante para desarrollar su mente. Ante ello, por qué no mencionar a Fernando Muñoz, Dante Dávila, Ana María Gispert Sauch, JaimeVillanueva, David Villena, ellos obligan, ponen presión, dan miedo, así aprende un joven; un anciano no necesita ser presionado para estudiar. No hay concursos, publicaciones, premios, nada que incentive la competencia.

Jaime Pereyra (2008)


3 comentarios:

Francisco Ramos dijo...
Compañero Pereyra:Es problemático lo que plantea. Disculpe que me centre en la parte final de su texto, pero estoy a punto de realizar un dictado para unos jóvenes preuniversitarios: ¿dice que se aprende mejor por el miedo y la presión? ¿Por un mejor sentido e incentivación de la competencia?Es difícil aceptar ello, compañero. Le planteo lo siguiente. Cabría averiguar en qué medida el temor y el miedo son pulsiones tan o más invasivas que la búsqueda del placer o el amor. El miedo no disciplina. El miedo degrada.Por otro lado: la competencia, ¿no se deriva del hecho de temer ser excluído de un grupo selecto de "héroes" que han cumplido con el objetivo de agradar al profesor, ciñéndose a su punto de vista (muy) subjetivo sobre la realidad y problemas que integran la realidad?Evalúe eso, joven Pereyra. Yo también soy joven como Ud. No etiquete a los individuos por cuestiones generacionales.
31 de enero de 2009 16:00

Francisco Ramos dijo...
Retomo el comentario anterior, añadiendo un punto más. Reconozco que señala un problema real: la mediocridad de la enseñanza de la filosofía en San Marcos. Eso es correcto. Nadie puede negar eso. Lo dificultoso es el análisis que hace de la situación.Habría que tratar de vincular dicha mediocridad a hechos concretos por los que ha pasado nuestra universidad. Por ejemplo, la intervención militar del Estado durante la época fujimorista, del cual quedan muchísimos rezagos. Si se da cuenta, el discurso meritocrático (que plantea la importancia de que sólo "los mejores" integren la Universidad) proviene de aquellas épocas. El pretexto era ordenar San Marcos, pero ¿a qué costo?Por eso, compañero, habría que analizar el transfondo de corrupción bajo el que se desarrolló el proceso de intervención. Evaluar las conexiones del discurso meritocrático con los objetivos estratégicos del fascismo en la Universidad y demás instituciones de "educación superior", que apuntaban a hacer una "limpieza" de los elementos más conscientes del estudiantado. Verá que el único objetivo no era aminorar la "carga hormonal" de los jóvenes, sino también su espíritu de lucha y su capacidad de organización autónoma.Un joven no va a la Universidad sólo para llenarse de conocimientos prefabricados, sino para producir conocimiento, y hacer que éste sea aplicable. Obviamente, dotar de aplicabilidad a la investigación requiere no desconectarse de la realidad, no encerrarse en la lectura de libros nomás, sino también enraizar los estudios en las actividades productivas y organizativas de nuestro entorno social.Como verá, los estudios de filosofía en San Marcos no ofrecen eso (y esto sucede incluso en las clases de los profesores que menciona, tal vez con mayor "radicalidad"). ¿No cree que esa es, por lo menos, una de las fuentes principales de la desidia estudiantil, más allá de las pulsiones genitales?
1 de febrero de 2009 06:19

César Gómez dijo...
Antonio, no estoy de acuerdo con esa búsqueda del temor para el cumplimiento de los deberes de los estudiantes. Mi desacuerdo se origina en que el cumplimiento de la responsabilidad que uno asume al ingresar a la universidad no debe ser motivo de pánico. Algunos profesores se complacen en mostrar los estrictos que son y se regodean comentando el temor que producen entre los estudiantes. Esta actitud, en mi opinión, es mediocre. Estoy de acuerdo en que los horarios se deben cumplir, concuerdo contigo en que las notas deben ser asignadas con justicia (y con base vigesimal, porque hay mucho profesor que afirma que su tope es el 15 y que por eso es mejor profesor) y no puedo más que asentir ante tu preocupación ante la virtual inexistencia de concursos o incentivos. Pero mi crítica apunta a otro aspecto que considero más importante, estimado Antonio, y tiene que ver con el ejemplo de los docentes.Tenemos una abrumadora mayoría de profesores que asisten a clase, pero no escriben, que toman exámenes profundos, pero no participan como intelectuales en el mundo fuera de los muros del salón. Yo entré a estudiar Filosofía y no Historia de la Filosofía, que siendo una disciplina indispensable para la primera no es su fin. Qué grata sorpresa fue encontrar el blog de Gonzalo Gamio que activamente participa de la polémica sobre asuntos de interes general desde el punto de vista de un filósofo ¿te imaginas a alguno de los profesores que enseñan en San Marcos haciendolo? ellos prefieren desvelar a los alumnos con el temor al examen o decir frases rotundas para que su corro los celebre. Yo estudie 5 años en san marcos y nunca vi un debate entre profesores , pero un verdadero debate no una danza de palmaditas en la espalda.Si nunca he visto a un filósofo de verdad en la práctica, desenvolviendose entre las contradicciones de un intelectual en el Perú ¿como me voy a interesar genuinamente en la filosofía? ¿a punto de fotocopias? ta dificil estimado antonio

sábado, 17 de abril de 2010

Marx y la esencia de Dios




Tenía razón Marx cuando decía que el hombre proyectaba sus deseos en Dios, y tenía razón, porque hay una proyección de mi esencia en lo divino. Palabras como la cristiana que dice “Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza” son muy ciertas, y más ciertas aún si invertimos esta frase así: “el hombre figura a Dios a su imagen y semejanza”. Lo que ocasionó el pensamiento de Marx sobre la religión fue que todos pensaran que el hombre crea a Dios, que es un simple fantasma creado por el hombre para justificarse de sus debilidades. Interpretación errónea, porque lo que hace el hombre es figurar a su imagen y semejanza a Dios, mas no lo crea; la captación divina, la experiencia religiosa viene a ser un hecho innegable (Schleimacher, Otto, Eliade), es un hecho que somos finitos y que a partir de ello concebimos la infinitud, a la que llamamos Dios. Es decir somos dependientes de algo más amplio y poderoso que nosotros, pero que en diversas culturas se lo ha imaginad de diversas formas. Lo dicho por Marx vale para la interpretación de Jenófanes acerca de la forma y figura de Dios que el hombre concibe, pero no para desacreditar su presencia o, como lo han llamado, su existencia.
2008

lunes, 15 de marzo de 2010

USO Y ABUSO DE LA METÁFORA



La palabra de origen griego "isósceles" se compone de dos significaciones: 1) iso (igual) y 2) sceles (pie o piernas). Nosotros conocemos la palabra a partir de la geometría por el triángulo isósceles. La palabra, si la tomamos desde su significado originario, significaría "pies iguales" o "piernas iguales". Cuando los geómetras intentaron dar nombre a esa figura ideal que nosotros llamamos triángulo isósceles dijeron que era como "dos piernas iguales" o se parece esta figura a dos piernas iguales.


Es una ley que a nuestro mundo de representaciones aparezcan cosas nuevas al cual les falta poner nombre (darles ser). Objetos, figuras, situaciones o algún pensamiento nuevo siempre aparece a lo que nosotros conocemos y necesitamos nombrarlo de alguna manera. Para ello utilizamos las metáforas, las semejanzas. El material del cual nos servimos para hablar de lo desconocido o de lo a-nónimo son los nombres de los objetos o situaciones que ya conocemos. Para dar nombre a esa nueva figura que ahora se llama triángulo isósceles tuvimos que buscar semejanzas, a qué cosa se parece ese nuevo ente (ideal) y utilizamos el nombre de "pierna" y el relacionante "igual". De ese modo nuestro cosmos, nuestro mundo conocido, va llenando su repertorio de nombres (o entes) bajo el dominio de la metáfora.


Si seguimos esta lógica, es válido pensar como lo pensaron Lakoff y Johson en su "Metáforas de la vida cotidiana" que las palabras, especialmente las nuevas, se reducen a significaciones anteriores, a nombres o voces primitivas que ya no se reduzcan a algo más anterior.


Dar nombre significa emplear una metáfora, es la acción de dar ser a lo desconocido con nombres conocidos. En lenguaje kantiano diríamos que se da el traspaso de "la cosa en sí" al "fenómeno". En términos metafísicos, el paso del Ser al ente a través del puente lingüístico.


Se ha pensado muchas veces que la metáfora está solo bajo el dominio de los artistas, especialmente de los poetas. Como si el lenguaje cotidiano y dentro de él no se hablaría de metáforas. La existencia de palabras nuevas implica que se ha hecho uso de alguna metafora.


Mi crítica, a partir de esto, no se da contra el uso de la metáfora, sino contra el abuso de ella. "Buscarle tres pies al gato" en este sentido significa regodearse y vivir en la metáfora. ¿Para qué tantas metáforas? Las películas, las poesías, las creaciones estéticas (sensibles) pululan de metáforas y se piensa que mientras más difícil sea la interpretación, de una película por ejemplo, más vale.


Esta tarea de interpretar o crear metáforas más allá de lo necesario y que se convierte ya no en una tarea vital del hombre (como el de dar ser) sino en un pasatiempo, o en un hobbie, es lo que produce la mala literatura o las malas películas.


Nuestra tarea ya no es interpretar metáforas de metáforas, sino en interpretar las metáforas que hay en nuestro lenguaje cotidiano si así nos queremos acercar más al mundo conocido y desconocido que habitamos. Si las cosas, ideas o situaciones tienen nombre, ¿para qué darles otros nombres? ¿para qué hacer poesía de ellas? Hagamos poesía de lo desconocido, demos nombre a aquello que no lo tiene, no perdamos tiempo en jugar al niño engreído que escribe o pinta algo y al cual nosotros, como zopencos, debemos interpretar.




JAIME PEREYRA

lunes, 15 de febrero de 2010

El reinado de la apariencia



La esencia de la vida contemporánea puede sintetizarse en aquel aforismo muy conocido: "por fuera flores y por dentro temblores". Los seres humanos crecemos con esa consigna de querer aparentar felicidad, belleza, bienestar a costa de todo, sin que importe mi felicidad, mi belleza ni mi bienestar. Entre ser y aparacer no existe ya ninguna relación.


Es lo que ha causado la cosmovisión moderna cuando quitó de lado la idea de trascendencia, cuando quitó a todos los entes su fundamento. Ya no hay Dios, no hay algo así como la esencia, ni siquiera nada verdadero. Desligados los hombres de algo trascendental, entonces son empujados al mundo de la apariencia, a una filosofía solamente del ente, es decir, positivista.


Pero es muy fácil darse cuenta que es mejor preferir ser feliz que aparentar ser feliz. Uno luego se pregunta, ¿por qué entonces nos aferramos ahora más a la apariencia? De ahí le proliferación de fotografías sueltas en internet, donde los individuos buscan aparecer bien en la foto muy a pesar de perder todo lo que soy verdaderamente, las gordas quieren aparecer flacas, los feos quieren aparecer guapos, o sea, dejar de ser lo que son, y aparentar ser otro.


Las mujeres y los homosexuales son en su mayoría muy apegados a la apariencia. Es por eso que este mundo está dominado por estos seres. Basta ver los programas de televisión y encontrarán una gran fila de afeminados y mujeres poniendo su rostro en la pantalla e imponiendo de manera subliminal los valores que se deben seguir.


Los valores de la apariencia están dominados por su rechazo a lo trascendental, lo que importa es el presente, el instante y el olvido de lo transcurrido. Esto hace posible que se pierda la fe en la palabra. Otra vez, son las mujeres y los homosexuales los que en su mayoría no tienen palabra y como esto no pertenece a sus virtudes nadie se lo reprocha. La palabra dicha es pasado, y el pasado no importa. Por eso ya no hay algo así como "palabra de hombre".


Incluso los varones se están afeminando con este mundo de la apariencia. Hay más homosexualidad debido a que la mujer se fue a trabajar y a su rebeldía frente al hombre, lo que ocasiona las separaciones dejando niños sin imágenes paternas. Los hombres han cedido a la mujer, ellos "deben" enamorar, como si se estuviera conquistanto algo más que él. El romanticismo es una corriente cultural que endiosa a la mujer, nosotros diríamos, que endiosa la apariencia, algo que en el mundo antiguo no existía. El hombre, la verdad, Dios eran adorados.


Ahora se adora el instante, el punto y no el fondo.


Cuando nosotros vemos videos de cómo viven los habitantes de los países desarrollados, nos deleitamos de ello. Vemos bonitas casas, con parques, supermercados, alta tecnología, y nos admiramos. Pensamos que así se debe vivir, pero lo que no sabemos es cuánto ha costado levantar eso y a costa de quién. Todo "aparece" como bonito, pero en el "fondo" millones de hombres, de los países tercermundistas, han sufrido una barbaridad para poder levantar esas casas de los gringos, se han gastado los árboles, los ríos, el aire, la vida humana. Solo el dos por ciento de la población mundial da la idea con su forma de vivir que la VIDA MODERNA es lo ideal, mientras que los temblores lo sufrimos nosotros. Los latinos, los africanos, los asiáticos, los árabes.


Y todos queremos vivir como ellos, queremos estar en oficinas, gozando. Si todos fuésemos ingenieros, ¿quién sembraría nuestra comida? Es imposible que todos trabajen en oficinas, que anden haciendo negocios. Los campos se hacen urbes, se pone cemento sobre la tierra. ¿De qué comeremos? Si los estados pobres dictan en sus gobiernos una vida semejante a la de los gringos, donde haya puras ciudades, donde nadie tenga que trabajar la tierra, porque eso es antimoderno, donde nadie crie animales, en donde todo sea vidrio, metal, cemento, sin pizca de tierra, pues el polvo es para los pobres, para los antimodernos, para los antiguos.


Jaime Pereyra

http://antoniopereyra.blogspot.com


sábado, 2 de enero de 2010

LA DOBLE SIGNIFICACIÓN DEL TÉRMINO "POLÍTICA"





La palabra “político” o “política” son sonidos griegos. Esas palabras, casi como nos suenan ahora, se decían hace más de 2500 años en Grecia. Nosotros las seguimos utilizando; es por ello que, como toda palabra, ha ido variando su significación.

En estos tiempos, esta palabra está desprestigiada y ya no suena bonito a los oídos de quienes las escuchan como sí lo era antes, entre griegos y romanos. Una de las diferencias que hay entre lo que vivimos ahora y lo de antes era que antes los pueblos no tenían muchas personas, había más oportunidades. En nuestros tiempos, en cambio, la población mundial es exagerada.
Político viene de “polis”, que en griego significa “ciudad”, “estado”, “conjunto de comunidades”. La Política era una ciencia o técnica humana, no matemática, que estudiaba los problemas de la ciudad y los resolvía. Así como la ética era un pensamiento sobre nuestra vida individual, así la política era un pensamiento sobre nuestra vida social. ¿Cómo mejorar la sociedad?, ¿cómo resolver los problemas de mi comunidad?


Si nosotros entendiéramos que esto significa ser político, entonces no andaríamos renegando de los políticos de ahora. Pero el cambio de significado se debe precisamente al factor “multitud”. En el “ágora” griega o reunión de vecinos, las personas que tenían tiempo se acercaban a la plaza y daban su opinión o discutían los problemas de la ciudad, de tal modo que por votación a mano alzada se tomaba una decisión en nombre de la ciudad. Pero, poco a poco, el mundo, especialmente las urbes, se fueron poblando más. Ya no era posible una reunión entre vecinos, por el cual cada uno tenía derecho a hablar y a votar por cierta determinación. Era necesario un intermediario, un representante. La democracia representativa aparece cuando se hace imposible que todos puedan opinar.

Fue así que por comunidades pequeñas eligieran a un representante para que éste hablara por ellos. El “político representante“ supuestamente debe trasmitir las decisiones que se tomen en los foros de su comunidad a instancias mayores. Y este político era llevado en hombros, era buscado por el pueblo para que los represente.

Los tiempos han cambiado. El político representante ahora busca ser elegido primero, para después dar sus ideas. Para que pueda resolver los problemas de la ciudad, debe antes ser elegido para esa función. Por lo cual, el término “política” se amplió. Además de ser “un pensamiento para resolver problemas sociales”, es “una estrategia para buscar ser elegido representante”.


En los tiempos actuales, la segunda significación ha cobrado mayor fuerza y prácticamente nos hemos olvidado de su significación primigenia. Ahora “político” significa solo una “persona que quiere ser elegido representante”.

Pero si queremos recoger ambas significaciones, el político debería ser una persona que tenga una buena estrategia para que lo elijan representante y a la vez tener la capacidad de resolver los problemas de la comunidad. Y ésta no es una tarea deleznable, más bien virtuosa.

SER Y PENSAR: http://antoniopereyra.blogspot.com