Que un joven con muchas necesidades económicas, perteneciente a un país pobre que está en pleno auge industrial, se proponga estudiar filosofía es cosa muy difícil de explicar. No es coherente que un pobre estudie filosofía. Sin embargo, daré los motivos precisos para que se entienda con qué coherencia se dio este proceso que empezó allá por la década del 90 y termina con estos ensayos de iniciación.
Los motivos que empujaron el proceso y que me llevó hasta la Universidad Nacional Mayor de San Marcos fueron dos. Primero, en este mundo, Perú a los inicios del siglo XXI, la idea de estudio es muy valorada, tal es así que los mejores hombres, según nuestros padres, son los que estudian. El segundo motivo es de carácter psicológico, la terrible tendencia, que en parte nací con ella y en parte me la inculcaron, de querer ser siempre el mejor, ser el mejor jugando fulbito, ser el mejor conquistando chicas, ser el mejor estudiando, etc. Mi búsqueda de ser el mejor en diversos aspectos también cayó en la finalidad que tenía como hombre, también debía ser el hombre más excelso. Y la imagen de hombre perfecto que tenía en mi cabeza era la de un hombre muy inteligente, idea que con el tiempo fue decayendo, pues el “progreso” moderno que estaba viviendo el Perú mostraba que era necesario estudiar, sino uno se perdía; mi padre creía que siendo médico o ingeniero iba a ser un gran hombre, pues no iba a tener necesidades de dinero, esta es la idea clave: estudia para que tengas dinero, para que tengas trabajo. Yo crecí con esa idea.
Entonces busqué ser un gran estudioso, cumpliendo con coherencia lo que planteaba la época. Me adiestré resolviendo problemas matemáticos y leyendo mucho, pues haciendo eso creía estar preparándome para ser un gran hombre. Pero lo curioso es que mi afán por buscar estudiar lo más difícil me llevó por caminos inesperados. Iba a ser ingeniero, porque en el colegio o en la calle se creía que el estudio más difícil era el estudio de la matemática, requisito indispensable para estudiar ingeniería, la lectura lo hacía por un placer aparte. Fuerte sorpresa me llevé cuando me enteré que los estudios de ingeniería, llámese electrónica, civil, industrial, se basaban todas en las ciencias puras como la matemática, la física, la química. Llegué a concluir que los físicos, por ejemplo, eran más inteligentes que los ingenieros civiles, pues los temas tratados en la física eran más profundos que de la ingeniería civil, ya que estos se reducían a aquellos, y no habría ingeniería civil sin físicos. También con los médicos pensé lo mismo, pues la técnica médica consiste en verificar qué enfermedad tiene una persona a partir de ciertos síntomas, para luego tomar ciertas medidas preestablecidas; sin embargo, los médicos, para sanar a un paciente, deben tener conocimientos obtenidos por otros y no por médicos, por ejemplo deberían utilizar los conocimientos del biólogo, del fisiólogo o del químico, de tal manera que el descubrimiento de un virus por parte de un biólogo era una labor más loable que el recetar ciertas pastillas para eliminar tal virus. Con estas conclusiones llegué a darme cuenta que estudiar ingeniería o medicina no era estudiar el conocimiento más alto que se puede lograr, tal como parecía por el status de estos personajes. Y sin embargo yo quería obtener los conocimientos más altos.
Por otra parte, a la par que resolvía problemas matemáticos, también leí mucho, especialmente literatura, pues con el correr del tiempo pensé que como los médicos o ingenieros no eran los más inteligentes, entonces deberían ser ellos, los literatos, los poseedores de tal sabiduría buscada. Fue con esta idea que empecé a crear mis primeras obras, entre poesía y cuento. Ya, inclusive, los matemáticos o físicos había caído ante los literatos, porque el conocimiento de los primeros eran muy parciales, muy diferente al de los literatos que sabían y contaban muchas cosas importantísimas para el hombre. Me gustaba mucho las obras de escritores de habla hispana como Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Julio Ramón Ribeyro, Alfredo Bryce Echenique, entre otros muy conocidos; poco a poco fui leyendo obras ya no tan populares, más rebuscadas. No me gustaba mucho las obras de escritores de otras lenguas, tal vez por la traducción, pero ya entonces veía que estaba labor era admirable, conocía a través de estos libros pensamientos indispensables para un hombre, y más todavía para un adolescente turbado como yo, conversaba con personajes más vivos que yo, y no eran muy tontos como normalmente se cree que son los escritores, y se cree eso porque uno, al no poder captar la lectura, se aburre y se justifica ello pensando que la lectura es algo tonto y de por sí también los escritores.
Lo que llamaba “mi tendencia a ser siempre el mejor” lo manifestaba en el “profundizar”. Cada vez que podía me introducía en una lectura nueva, conocía nuevos países con solo imaginármelo, nuevas costumbres, nuevas formas de ver la vida, fue así como este conocimiento dada en imágenes mentales me permitían ya un poco criticar las ideas que traía de mi cultura. Pero la novedad más grande que encontré en estos libros de literatura fue algo así como un oscuro secreto de la humanidad, algo que se mantenía oculto para el mundo vulgar, pues esto no estaba dado para el entendimiento de una persona común, fue así que tuve la imagen de un personaje oculto para las personas: el filósofo. Hasta entonces no sabía qué era eso, no sabía qué hacían, y es así que recordando esto entiendo las caras extrañas que ponían las personas cuando se enteraban de que estudiaba filosofía. Fue en los libros de Henry Miller donde conocí por primera vez la grandeza de los filósofos, y el primero que conocí fue Frederich Nietzsche. Henry Miller era un entusiasta de las ideas de este filósofo y lo presentaba como su maestro. Su criterio de actuar eran los criterios de Nietzsche… fue tan solo esto lo que tumbó la sabiduría de los literatos… ellos también se reducían a un saber más profundo y más difícil, apelaban a la filosofía. También, por aquella época, me caía en la mano libros en que los matemáticos y los físicos también apelaban a la filosofía. ¿No era, entonces, la filosofía, este gran saber que andaba buscando? ¿No caí coherentemente en la filosofía siguiendo las ideas de la época en que me decían que estudie mucho y a profundidad y siguiendo las ideas de mi padre en que me decía que sea el mejor?
Sin embargo, terminando de estudiar filosofía, supuestamente el saber más alto, no he recibido por parte del mundo en el que vivo, y el que me empujó a esto, la corona de laureles por haber ganado esta primera competencia.
II
Luego entendí que la idea de estudio valorada por la época no era el estudio más alto, sino un simple saber técnico que te permite tener un trabajo.
11 comentarios:
Buen post, algo similar me sucedió, y creo que ya es algo comun en estas épocas, y si... uno siempre va a ver esas caras sorprendidas cuando escuchan que uno quiere dedicarse a la filosofía.
Creo que lo más importante del estudio, cualquiera que éste sea, es que puedes mirar el mundo desde una perspectiva muy particular. La mayoría de las veces son los padres quienes eligen la profesión de los hijos, desconociendo que son éstos quienes la desarrollarán para toda su vida.
Buen post, ¡felicitaciones!
Hola , no más te digo SIÉNTETE ORGULLO POR LO QUE HACES ¡¡¡Y RECIBE MIS FELICITACIONES POR HABER GANADO TU PRIMERA COMPETENCIA .....
Besitos,
Raquel
lo mismo ocurre con la sociología o historia no sólo son carreras elegidas x los estudiantes para luego ser un traslado,son carreras q no son lucrativo,q en esta época sea descartado para invertir...si dices q estudias historia,sociología,o filosofia,siempre dirán:en qué trabajarás?
Si tienes esa tendencia, consérvala. Seguro que es algo divino.
Qué buen artículo y con un final inesperado.
Lo importante de ello es unirse al sistema,sin perder el horizonte espiritual por el cual motivó el estudiar alguna disciplina ya que el asunto esta en nuestra sociedad. Yo como arquitecto carrera a la cual nuestra sociedad no tiene ni la mas minima idea de para que servimos,piensan que andamos dibujando casitas...me sucede lo mismo,siento que debo utilizar al maximo sólo la parte técnica que aprendí en la universidad algo asi como decir que soy ingeniero y no arquitecto...glup,la parte humana de mi carrera a quedado relegada a mi, en el rincón de mi plexo y de mis visceras; por allí estan escondidas y no pierdo la esperanza en que algún momento las utilizaré.Como dice César Vallejo: no es grato morir,señor, si en la vida nada se deja...
SER Y PENSAR
un saludo cordial.soy un joven de 30 años que desea iniciar sus estudios de filosofia, pero quisiera saber si i edad es un problema para estudiar esa carrera. que me aconsejarias, que harias tu en mi lugar. la filosofia es mi pasion.
gracias
Soy estudiante de ingenieria, y en mis primeros ciclos tambien me encontré con las mismas preguntas y conclui que en realidad lo que mueve a la humanidad es el pensamiento, que lo que gobierna no son las personas sino la sintesis de las filosofias que han llegado con el tiempo. Fue entonces que me planteé desarrollar una nueva comprensión del mundo, una filosofia que cambie el rumbo de la humanidad, hacer lo que Marx no pudo.
Y POR QUÉ ABANDONASTE EL BLOG?
SIGUE GUSTANDOTE LA FILOSOFIA?
AHORA ERES INGENIERO? xD
Muy buena vision de la vida, espero que sigas con ese gran pensamiento, aunque la gente no lo entienda algun dia gente como nosostros seremos quienes cambien el rumbo del mundo, ¿De donde eres?, me encantaria contactarte y contactar a mas gente con el mismo pensamiento y la vision del nevo mundo, un mundo donde valga mas una idea que un dolar.
Estoy terminando la carrera de Derecho. La filosofía tiene una especial influencia en la creación histórica del Derecho, relacionadas principalmente con las disciplinas de la filosofía ética y la filosofía política. Siempre ha sido necesario ese "saber más alto" para poder impulsar el avance de las demás ciencias sociales; su desconocimiento ha sido , en cambio, un retroceso o un estancamiento.El Derecho, así como las demás ciencias,no serían nada sin sus aportes. No se desanimen, amigos estudiantes de filosofía, por ver tanta indiferencia en el acogimiento del pensamiento filosófico, tanto en el ámbito académico como laboral.La carrera de filosofía es la única carrera en el que se puede pensar libremente, en todas las demás carreras, pasar los años, consiste en un adoctrinamiento atarantador. La vida académica consiste precisamente en esto: Hacer que este mundo deje de estar de cabeza. Nunca dejando de estudiar, de enseñar y de trabajar.
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