ANÁLISIS FILOSÓFICO DE LA INTRODUCCIÓN A LA
“CONTRIBUCIÓN A LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA” DE CARLOS MARX
Uno
En tanto análisis filosófico poco importa aquí un estudio sobre la perspectiva de Marx sobre un objeto en particular como es, en este caso, el estudio de la producción. El estudio de un determinado ente es cosa de científicos; en cambio, el estudio del método para captar ese ente en su sentido general ya es una preocupación eminentemente filosófica.
Pensemos, en primer lugar, cuál es el problema con el cual Marx se enfrenta. A diferencia de sus antecesores, los filósofos, Marx pretende llevar a cabo una empresa muy difícil; es, como podríamos decir, una nueva forma de conocer la realidad, y es precisamente esta nueva forma lo que se llama un nuevo camino para conocer la realidad, un nuevo método. Los filósofos han interpretado la realidad, dice, pero de lo que se trata es de transformarla. Con el método anterior era imposible transformar la realidad, siempre hacía falta un intermediario que a partir de la interpretación del mundo vea cómo aplicarla con una forma de conocimiento diferente. Los filósofos no se han embarrado las manos y no han comprobado si su sabiduría era aplicable. Este método del cual hablamos, el de los filósofos, es el método “matemático”, este consistía en armar una estructura ideal del mundo de la vida y tratar de adecuarla en cada caso. Pero esta adecuación ya se manejaba por otras reglas que eran necesarios conocerlas, pero que no estaban dadas por los filósofos. El caso de la estructura creada por Hegel, por ejemplo, en la que hacía concurrir en uno solo tanto el mundo ideal y el mundo natural, y hacía casi posible conocer el mundo natural con toda su contingencia a través de ideas. El mundo ideal creado por Platón que intento también a su manera explicar los hechos históricos o morales de manera deductiva fue puesto ya en duda por su discípulo Aristóteles el cual intento hacer una ciencia de lo contingente. El mismo Descartes intentó matematizar la naturaleza por un esquema ideal. Son estos métodos que intentan interpretar la realidad natural contingente por medio de estructuras eternas lo que Marx ha intentado a lo largo de su vida refutar. Pero hay una cuestión, ¿es posible que estas ideas se cumplan en el mundo?, ¿es posible vivir en este mundo con tales ideas? Al parecer, el hecho de que la naturaleza física, a pesar de ser espacial y temporal, tenga un método científico que da resultados en cualquier caso, sea particular o general, esto no quiere decir de que en el mundo histórico también sea posible esto. La preocupación de Marx no es la metodología que usan las ciencias físicas, esto, al parecer, es un hecho, más bien su preocupación se va por el lado de las ciencias históricas, por las ciencias que tienen utilidad directa en la vida del hombre.
Hay ciencias que tienen como objetos entes ideales (las matemáticas y la metafísica), y ciencias que tienen como objeto entes reales, en sus dos manifestaciones como propiedades del mundo, los entes materiales (ciencias físicas) y los entes históricos (ciencias del espíritu). He aquí, en este último caso, donde Marx va a dar su aporte.
Los referentes con quienes discute son Adam Smith, David Ricardo, Rousseau, entre otros. Como se sabe estos personajes han dado grandes aportes al estudio de la moral. La moral entendida a la francesa y a la inglesa. En el continente el estudio moral consistía en dar normas de convivencia universal, consagrada por un pacto, para el buen vivir humano. Pero en Inglaterra la moral era la economía política, el pensar sobre cómo satisfacer las necesidades. El estudio de la moral concierne expresamente al estudio del espíritu. ¿Qué método se utilizaba para conocer este objeto de rango espiritual? Los antecesores de Marx, a quienes Marx va a criticar, tienden a estudiar la economía política, la moral, el espíritu humano, bajo reglas generales y que satisfacen a cualquier sociedad en cualquier tiempo y espacio. Es menester ver con más detalle todo esto.
Dos
Una de las intuiciones que tiene Marx respecto a la mecánica de la economía política es que esta ciencia tiene como objeto, la producción, algo netamente variable, imposible de cogerlo en todos los casos en que se presenta. La producción tiene como elementos importantes a los individuos y a la naturaleza; por lo tanto tiene una parte subjetiva y otra objetiva. No es una ciencia del espíritu puro (la subjetividad), ni de la naturaleza pura (la objetividad), sino algo que está en medio de estas dos cosas, es por esto que la economía política es la ciencia que más acercamiento tiene con la vida del hombre, porque el hombre también es un ente que está entre lo objetivo y lo subjetivo. El problema de la producción es que al tener un elemento objetivo se presenta como siempre cambiante. Es decir, el modo de producción de ahora no es el mismo que el de hace dos mil años. Por otra parte, Marx tiene una cosa muy en clara, el conocer la naturaleza del individuo es conocer la naturaleza de dos individuos, porque el hombre es un animal político imposible de sacarlo de su naturaleza social, es como dice, tan absurdo como sería el desarrollo del lenguaje sin individuos vivos y hablando juntos. La primera objeción contra los creadores de la economía política es que tienen errada la concepción del hombre como un individuo sin conexión social. Por ello, el estudio de la producción (que va paralela con el estudio del hombre) es tomado como producto de individuos sin determinaciones sociales. Pero en términos esenciales, el error en que cayeron los economistas ingleses es en el objeto, su objeto, la producción, no es una cosa eterna, sino algo que cambia a medida que avanza el tiempo y a medida que se da en un lugar u otro. Para tratar un objeto de tal índole no es conveniente tratarlo con un método que es útil para otro tipo de objeto que sí puede ser eterno. Aquí, aristotélicamente, Marx cree que el método depende del objeto. Es imposible hacer un método para toda ciencia.
Entonces cabría hacerse la pregunta: ¿si la producción material es un ente variable, entonces no es posible conocerlo por entes ideales?, aquí “ideal” menta lo abstracto, lo categórico. Es como si se quisiese hacer un método ideal para objetos ideales y un método no ideal para objetos no ideales. Pero no tanto así es la propuesta de Marx. Para Marx es imprescindible la utilización de categorías, de términos generales, de rasgos comunes, porque nos evita la repetición. Tal vez sea por la parte objetiva de la naturaleza de la producción lo que hace necesario el uso de abstracciones. Él considera que hay ciertas determinaciones comunes en las distintas formas en que se presenta la producción, en eso está de acuerdo con los economistas anteriores, pero el uso de tales abstracciones hay que manejarlo con cuidado. Aquí la segunda crítica a la economía política, es necesario explicar la relación entre las determinaciones generales de la producción con una etapa social determinada y las formas particulares de la producción. Esto no hacen los economistas, porque tratan de presentar la producción como encerrada dentro de leyes naturales, eternas, independientes de la historia. De esto se explica la separación brutal que han hecho entre la producción y la distribución estos economistas (J. E. Mill), pues explicar la distribución es cosa de hacer observaciones particulares ya que depende de la contingencia de los productores, unas veces son amos, otras plebeyos, otras esclavos, hombres libres, obreros, etc. Para Marx, la producción y la distribución son indesligables. La producción es apropiación de la naturaleza por el individuo en el marco y por intermedio de una forma de sociedad determinada. No se puede separar lo objetivo de lo subjetivo, esta entidad es precisamente la unidad de los dos, y si se la divide entonces pierde su calidad de producción. Los economistas al hacer el análisis de la producción colocan sus partes unas veces en lo objetivo (consumo), en otras en lo subjetivo (la distribución), así hacen como si intentaran explicar al hombre por separado, por un lado versan sobre su naturaleza objetiva (su cuerpo), en otras sobre su naturaleza subjetiva (su espíritu), cuando de lo que se trata es de hacer un estudio único del hombre como ser integral, objetivo y subjetivo, sin hacer separaciones. Lo mismo en la producción, separarlo de sus partes es ir contra su estado mismo de producción. Para esto recomienda Marx en su método lo siguiente: buscar categorías muy simples, esto es, determinaciones de sucesos históricamente simples, e ir paralelamente complejizando el tratado a medida que se avanza en el proceso histórico real. Las categorías utilizadas por los economistas ingleses pecan por ser muy generales y no están acorde con el proceso histórico. Ellos empiezan utilizando términos como nación, población como si estas fueran la base más simple de todo, sin darse cuenta que estas se descomponen en tribus, clanes, familias, etc. O sea, es necesario utilizar categorías generales, pero estas deben comprender lo más simple y concreto. Lo que hacen los economistas ingleses es utilizar a la sociedad burguesa como una organización histórica de la producción más desarrollada y más variada que existe, y por eso las categorías con que expresan las relaciones de esa sociedad permiten entender la estructura y relaciones de producción de todas las formas de sociedad. Es como bellamente lo dice Marx la anatomía del hombre es la clave de la anatomía del mono.
Por otro lado, se dice que toda abstracción es producto de las relaciones de producción que se dan en una sociedad. Esta es una de las explicaciones del porqué los pensadores económicos de la sociedad burguesa al hacer consideraciones generales (abstracciones) sobre las relaciones de producción piensan que estas abstracciones se dan en cualquier tiempo; pero no, estas abstracciones son producto de su modo de producción y por tanto su mirada es unilateral. Es difícil entender esto que dice Marx. Se sabe que es necesario utilizar categorías racionales para el estudio de las relaciones históricas, sin embargo estas categorías son expresiones de una forma de vida histórica determinada, y que trasladarlas a otras resulta equívoco. Por otra parte solo en la sociedad burguesa capitalista es posible esta mirada de la historia desde un punto de vista ahistórico, porque en esta sociedad se ha dividido al hombre en alma y cuerpo, el ser humano se ha enajenado. Solo a partir de la enajenación se puede uno considerar eterno.
Lo que no percibe Marx es que toda categoría es producto de la enajenación. No es posible que en una comunidad que vive en su esencia (objetiva-subjetiva) se pueda dar categorías. Las categorías son entes intelectuales, sin contenido, abstractos, a diferencia de las imágenes con las que se comunicaron las culturas no occidentales.
En conclusión, el método de Marx para el estudio de la producción es un esfuerzo por acomodar las categorías (producto de la enajenación) en un objeto que es contingente. Se debe utilizar ciertas categorías, pero no se puede hablar de los entes en general, sino de este ente o de esto otro en particular. Puedo hablar de la producción de esta comunidad determinada, pero no de la producción en general. Por ello solo es posible tratar de la producción capitalista por medio de categorías que nacieron en este mismo proceso.
“CONTRIBUCIÓN A LA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA” DE CARLOS MARX
Uno
En tanto análisis filosófico poco importa aquí un estudio sobre la perspectiva de Marx sobre un objeto en particular como es, en este caso, el estudio de la producción. El estudio de un determinado ente es cosa de científicos; en cambio, el estudio del método para captar ese ente en su sentido general ya es una preocupación eminentemente filosófica.
Pensemos, en primer lugar, cuál es el problema con el cual Marx se enfrenta. A diferencia de sus antecesores, los filósofos, Marx pretende llevar a cabo una empresa muy difícil; es, como podríamos decir, una nueva forma de conocer la realidad, y es precisamente esta nueva forma lo que se llama un nuevo camino para conocer la realidad, un nuevo método. Los filósofos han interpretado la realidad, dice, pero de lo que se trata es de transformarla. Con el método anterior era imposible transformar la realidad, siempre hacía falta un intermediario que a partir de la interpretación del mundo vea cómo aplicarla con una forma de conocimiento diferente. Los filósofos no se han embarrado las manos y no han comprobado si su sabiduría era aplicable. Este método del cual hablamos, el de los filósofos, es el método “matemático”, este consistía en armar una estructura ideal del mundo de la vida y tratar de adecuarla en cada caso. Pero esta adecuación ya se manejaba por otras reglas que eran necesarios conocerlas, pero que no estaban dadas por los filósofos. El caso de la estructura creada por Hegel, por ejemplo, en la que hacía concurrir en uno solo tanto el mundo ideal y el mundo natural, y hacía casi posible conocer el mundo natural con toda su contingencia a través de ideas. El mundo ideal creado por Platón que intento también a su manera explicar los hechos históricos o morales de manera deductiva fue puesto ya en duda por su discípulo Aristóteles el cual intento hacer una ciencia de lo contingente. El mismo Descartes intentó matematizar la naturaleza por un esquema ideal. Son estos métodos que intentan interpretar la realidad natural contingente por medio de estructuras eternas lo que Marx ha intentado a lo largo de su vida refutar. Pero hay una cuestión, ¿es posible que estas ideas se cumplan en el mundo?, ¿es posible vivir en este mundo con tales ideas? Al parecer, el hecho de que la naturaleza física, a pesar de ser espacial y temporal, tenga un método científico que da resultados en cualquier caso, sea particular o general, esto no quiere decir de que en el mundo histórico también sea posible esto. La preocupación de Marx no es la metodología que usan las ciencias físicas, esto, al parecer, es un hecho, más bien su preocupación se va por el lado de las ciencias históricas, por las ciencias que tienen utilidad directa en la vida del hombre.
Hay ciencias que tienen como objetos entes ideales (las matemáticas y la metafísica), y ciencias que tienen como objeto entes reales, en sus dos manifestaciones como propiedades del mundo, los entes materiales (ciencias físicas) y los entes históricos (ciencias del espíritu). He aquí, en este último caso, donde Marx va a dar su aporte.
Los referentes con quienes discute son Adam Smith, David Ricardo, Rousseau, entre otros. Como se sabe estos personajes han dado grandes aportes al estudio de la moral. La moral entendida a la francesa y a la inglesa. En el continente el estudio moral consistía en dar normas de convivencia universal, consagrada por un pacto, para el buen vivir humano. Pero en Inglaterra la moral era la economía política, el pensar sobre cómo satisfacer las necesidades. El estudio de la moral concierne expresamente al estudio del espíritu. ¿Qué método se utilizaba para conocer este objeto de rango espiritual? Los antecesores de Marx, a quienes Marx va a criticar, tienden a estudiar la economía política, la moral, el espíritu humano, bajo reglas generales y que satisfacen a cualquier sociedad en cualquier tiempo y espacio. Es menester ver con más detalle todo esto.
Dos
Una de las intuiciones que tiene Marx respecto a la mecánica de la economía política es que esta ciencia tiene como objeto, la producción, algo netamente variable, imposible de cogerlo en todos los casos en que se presenta. La producción tiene como elementos importantes a los individuos y a la naturaleza; por lo tanto tiene una parte subjetiva y otra objetiva. No es una ciencia del espíritu puro (la subjetividad), ni de la naturaleza pura (la objetividad), sino algo que está en medio de estas dos cosas, es por esto que la economía política es la ciencia que más acercamiento tiene con la vida del hombre, porque el hombre también es un ente que está entre lo objetivo y lo subjetivo. El problema de la producción es que al tener un elemento objetivo se presenta como siempre cambiante. Es decir, el modo de producción de ahora no es el mismo que el de hace dos mil años. Por otra parte, Marx tiene una cosa muy en clara, el conocer la naturaleza del individuo es conocer la naturaleza de dos individuos, porque el hombre es un animal político imposible de sacarlo de su naturaleza social, es como dice, tan absurdo como sería el desarrollo del lenguaje sin individuos vivos y hablando juntos. La primera objeción contra los creadores de la economía política es que tienen errada la concepción del hombre como un individuo sin conexión social. Por ello, el estudio de la producción (que va paralela con el estudio del hombre) es tomado como producto de individuos sin determinaciones sociales. Pero en términos esenciales, el error en que cayeron los economistas ingleses es en el objeto, su objeto, la producción, no es una cosa eterna, sino algo que cambia a medida que avanza el tiempo y a medida que se da en un lugar u otro. Para tratar un objeto de tal índole no es conveniente tratarlo con un método que es útil para otro tipo de objeto que sí puede ser eterno. Aquí, aristotélicamente, Marx cree que el método depende del objeto. Es imposible hacer un método para toda ciencia.
Entonces cabría hacerse la pregunta: ¿si la producción material es un ente variable, entonces no es posible conocerlo por entes ideales?, aquí “ideal” menta lo abstracto, lo categórico. Es como si se quisiese hacer un método ideal para objetos ideales y un método no ideal para objetos no ideales. Pero no tanto así es la propuesta de Marx. Para Marx es imprescindible la utilización de categorías, de términos generales, de rasgos comunes, porque nos evita la repetición. Tal vez sea por la parte objetiva de la naturaleza de la producción lo que hace necesario el uso de abstracciones. Él considera que hay ciertas determinaciones comunes en las distintas formas en que se presenta la producción, en eso está de acuerdo con los economistas anteriores, pero el uso de tales abstracciones hay que manejarlo con cuidado. Aquí la segunda crítica a la economía política, es necesario explicar la relación entre las determinaciones generales de la producción con una etapa social determinada y las formas particulares de la producción. Esto no hacen los economistas, porque tratan de presentar la producción como encerrada dentro de leyes naturales, eternas, independientes de la historia. De esto se explica la separación brutal que han hecho entre la producción y la distribución estos economistas (J. E. Mill), pues explicar la distribución es cosa de hacer observaciones particulares ya que depende de la contingencia de los productores, unas veces son amos, otras plebeyos, otras esclavos, hombres libres, obreros, etc. Para Marx, la producción y la distribución son indesligables. La producción es apropiación de la naturaleza por el individuo en el marco y por intermedio de una forma de sociedad determinada. No se puede separar lo objetivo de lo subjetivo, esta entidad es precisamente la unidad de los dos, y si se la divide entonces pierde su calidad de producción. Los economistas al hacer el análisis de la producción colocan sus partes unas veces en lo objetivo (consumo), en otras en lo subjetivo (la distribución), así hacen como si intentaran explicar al hombre por separado, por un lado versan sobre su naturaleza objetiva (su cuerpo), en otras sobre su naturaleza subjetiva (su espíritu), cuando de lo que se trata es de hacer un estudio único del hombre como ser integral, objetivo y subjetivo, sin hacer separaciones. Lo mismo en la producción, separarlo de sus partes es ir contra su estado mismo de producción. Para esto recomienda Marx en su método lo siguiente: buscar categorías muy simples, esto es, determinaciones de sucesos históricamente simples, e ir paralelamente complejizando el tratado a medida que se avanza en el proceso histórico real. Las categorías utilizadas por los economistas ingleses pecan por ser muy generales y no están acorde con el proceso histórico. Ellos empiezan utilizando términos como nación, población como si estas fueran la base más simple de todo, sin darse cuenta que estas se descomponen en tribus, clanes, familias, etc. O sea, es necesario utilizar categorías generales, pero estas deben comprender lo más simple y concreto. Lo que hacen los economistas ingleses es utilizar a la sociedad burguesa como una organización histórica de la producción más desarrollada y más variada que existe, y por eso las categorías con que expresan las relaciones de esa sociedad permiten entender la estructura y relaciones de producción de todas las formas de sociedad. Es como bellamente lo dice Marx la anatomía del hombre es la clave de la anatomía del mono.
Por otro lado, se dice que toda abstracción es producto de las relaciones de producción que se dan en una sociedad. Esta es una de las explicaciones del porqué los pensadores económicos de la sociedad burguesa al hacer consideraciones generales (abstracciones) sobre las relaciones de producción piensan que estas abstracciones se dan en cualquier tiempo; pero no, estas abstracciones son producto de su modo de producción y por tanto su mirada es unilateral. Es difícil entender esto que dice Marx. Se sabe que es necesario utilizar categorías racionales para el estudio de las relaciones históricas, sin embargo estas categorías son expresiones de una forma de vida histórica determinada, y que trasladarlas a otras resulta equívoco. Por otra parte solo en la sociedad burguesa capitalista es posible esta mirada de la historia desde un punto de vista ahistórico, porque en esta sociedad se ha dividido al hombre en alma y cuerpo, el ser humano se ha enajenado. Solo a partir de la enajenación se puede uno considerar eterno.
Lo que no percibe Marx es que toda categoría es producto de la enajenación. No es posible que en una comunidad que vive en su esencia (objetiva-subjetiva) se pueda dar categorías. Las categorías son entes intelectuales, sin contenido, abstractos, a diferencia de las imágenes con las que se comunicaron las culturas no occidentales.
En conclusión, el método de Marx para el estudio de la producción es un esfuerzo por acomodar las categorías (producto de la enajenación) en un objeto que es contingente. Se debe utilizar ciertas categorías, pero no se puede hablar de los entes en general, sino de este ente o de esto otro en particular. Puedo hablar de la producción de esta comunidad determinada, pero no de la producción en general. Por ello solo es posible tratar de la producción capitalista por medio de categorías que nacieron en este mismo proceso.
1 comentario:
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